DIARIO VASCO, 1/10/11
El diputado general aboga por el diálogo para la normalización política. En su primer balance al frente de la Diputación insiste en que es legítimo que «quienes más tienen más paguen»
El diputado general de Gipuzkoa, Marín Garitano, hizo público ayer un balance de su mandato al cumplirse cien días de su investidura en las Juntas Generales y la llegada de Bildu al Gobierno foral. En una declaración difundida ayer por la Diputación, destaca que la coalición «ha logrado entenderse con otros partidos políticos, tanto en fiscalidad como en peajes», además de haber dado «luz verde» a la fusión de las cajas vascas. La apuesta de la Diputación por «el trabajo conjunto» y «la búsqueda de acuerdos» también ha quedado, a su juicio, reflejada en las reuniones que el Gobierno foral ha mantenido desde su acceso al poder con «la totalidad de alcaldes» del territorio. Subraya igualmente la necesidad de consensos en cuestiones como «la normalización política de Euskal Herria», para cuya consecución, afirma, «son necesarios el diálogo y la participación de todos».
Asegura que en 2012 no generará deuda y reitera que no habrá peaje en Etxegarate
En esta materia, cree que, «en estos tres meses, algunos agentes han avanzado en ese camino y otros no», y hace «un llamamiento a estos últimos para que ellos también den esos pasos tan necesarios».
Además, bajo el título de ‘Unidos con los ciudadanos para hacer frente a la crisis’, Garitano reflexiona sobre la situación de «profunda crisis económica» y de endeudamiento en la que ha iniciado su gestión y en la que «está tomando las medidas necesarias, asumiendo que no podrá llevar a cabo ideas que en otro contexto hubiese querido materializar». «Pese a todas la dificultades -asegura- el Gobierno foral ha logrado conectar con la voluntad de los guipuzcoanos de querer hacer otro tipo de política, cuyos ejes no sean el cemento y los macroproyectos de tan dudoso beneficio social».
El tipo de política «más social y más sensata» que, en su opinión, reclaman los ciudadanos del territorio ha tenido su reflejo en «los primeros pasos» dados hacia «una política fiscal más justa», para lo que la Diputación ha mantenido reuniones con los sectores más «golpeados» por la crisis y ha adoptado el «compromiso» de combatir el fraude fiscal. Reitera su propuesta de que «quienes más tienen más paguen».
La paralización del proyecto de implantar un peaje en Etxegarate «es otro ejemplo» de esta política social, según indica el diputado general, quien argumenta que cobrar un canon en ese punto «no es ni social, ni justo, ni sensato».
Igualmente y «en pos de otra manera de hacer política», el Ejecutivo foral, dice su diputado general, ha potenciado las direcciones de euskera, igualdad, participación, migración y derechos humanos, de forma que, por ejemplo, usa la lengua vasca en su «quehacer diario» y en su relación con los ciudadanos, y tiene conformación paritaria entre hombres y mujeres.
Garitano recalca, asimismo, «la transparencia» que ha caracterizado su gestión, en los que «ha dado a conocer con todo detalle la situación económica» de la Diputación y su déficit presupuestario de 101 millones de euros.
Las decisiones adoptadas para «equilibrar las cuentas», como «paralizar por el momento determinados proyectos para dar prioridad a la política social y a los servicios de transporte público» o ahorrar un millón de euros con la «simple medida» de una reducción en diecinueve el número de cargos políticos, cuyos sueldos, además, se han visto recortados en un 20%. Señala que «están dando la vuelta a la política de endeudamiento» así como que en 2012 «no generaran deuda, y se limitarán solo a hacer frente a la ya generada». «Se ha acabado la época del endeudamiento sin sentido», subraya Garitano.
DIARIO VASCO, 1/10/11