El Rey terminó ayer su jornada de consultas con los políticos extrayendo dos conclusiones: la inquietud del Congreso se calma con la investidura de Mariano Rajoy, pero se traslada a la calle, con el respaldo de Unidos Podemos. Ayer, dos referentes del grupo en el Congreso de Pablo Iglesias, Alberto Garzón (IU) y Alexandra Fernández (En Marea), mostraron su respaldo a la manifestación convocada contra la investidura de Rajoy –sábado o domingo, el día que se celebre la votación– bajo el lema Ante el golpe de la mafia, democracia. «Si no me lo impide mi ejercicio parlamentario, participaré demostrando que las manifestaciones son un ejercicio democrático de pleno derecho», adelantó Garzón tras su encuentro con Felipe VI en Zarzuela. «Nosotros estaremos defendiendo cualquier tipo de movilización», completó Fernández.
Si hasta ahora desde Unidos Podemos se habían limitado a apoyar este tipo de movilizaciones, sin más, y con palabras medidas, ayer Garzón dio un paso más al jalearlas y pedir implicación directa de los diputados de Unidos Podemos. No quedarse en las palabras. Actuar. Y para ello, el líder de IU ya recordó su participación en la marcha Rodea el Congreso de 2012.
Garzón dio ayer un espaldarazo a Pablo Iglesias, en el seno del debate que vive Unidos Podemos entre priorizar la calle, como defiende su secretario general, o aprovechar su fuerza en las instituciones, como contrapone su número dos, Íñigo Errejón. Y no lo hizo en un escenario cualquiera, si no en el marco de la ronda de consultas previa a la investidura que hoy finaliza Felipe VI. «Le he manifestado [al Rey] que viene un ciclo de movilizaciones sociales al alza, porque vienen recortes de Bruselas que van a ser posibles porque el PSOE le ha dado el Gobierno al PP. Vienen movilizaciones no dirigidas por nosotros, pero vamos a estar con un pie puesto en ellas apoyándolas», reflexionó, en línea con la tesis mantenida por Iglesias, que aboga por «desbordar la calle».
Desde Unidos Podemos se refuerza el discurso por incentivar la conflictividad social, frente a lo que consideran una gran coalición entre PP y PSOE, y los futuros recortes que están por venir, según su análisis, debido a las exigencias presupuestarias de Bruselas. «Estaremos apoyando a la ciudadanía fuera del Congreso y no encerrándonos en este búnker», reafirmó Fernández. «Cuando las condiciones sociales empeoran, sube la movilización», analizó el líder de IU, amparándose en datos del ministerio del Interior, que demostrarían la existencia de una correlación entre las malas condiciones sociales, como el desempleo, y las manifestaciones.
Como ejemplo de esa implicación en la movilización social, Garzón animó a todos los diputados de Unidos Podemos que puedan a que acudan a la manifestación que abandera la Coordinadora 25-S, convocante de las movilizaciones Rodea el Congreso, y que se ha fijado para el día de la segunda votación que hará presidente a Rajoy. La movilización fue acordada este domingo, en el transcurso de una asamblea que reunió a más de 50 colectivos y que tendrá su punto de salida en la Plaza de Neptuno –al lado del Congreso– y finalizará en Sol. El lema de la manifestación, «Ante el golpe de la mafia, democracia», pretende denunciar la abstención del PSOE que permite el Gobierno del PP de Rajoy. A diferencia de ocasiones anteriores, la convocatoria será comunicada a la Delegación del Gobierno. La movilización en Madrid será secundada en otras ciudades como Valencia, bajo la consigna: «Contra la investidura ilegítima».
Este tipo de movilizaciones, según las fuentes consultadas por este diario, provocan inquietud en las Fuerzas de Seguridad, vistos los incidentes ocurridos en convocatorias pasadas. En 2012, el primer Rodea el Congreso acabó con una treintena de detenidos y más de 60 heridos, en medio de una fuerte tensión.
Estas movilizaciones no impedirán que el Rey designe hoy como candidato a la Presidencia del Gobierno a Rajoy, una vez concluya la ronda con los líderes de los partidos.