Fernando H. Valls-El Confidencial
- El ministro de Consumo se ha convertido, de repente, en un activo para los morados y será protagonista en su campaña. Las encuestas del PP apuntan a un desgaste de los socialistas por su ambigüedad en la polémica de la ganadería
La ambigüedad del PSOE durante la crisis de las macrogranjas está pasando factura al principal partido del Gobierno de coalición. Lo asumen en Moncloa y también en Ferraz. La bandera verde, esa que defendió el partido en su 40º Congreso Federal al reivindicarse como una formación que camina hacia un modelo productivo que apuesta por la defensa del medio ambiente, la está ganando Unidas Podemos. Y lo está haciendo a través de un activo inesperado: Alberto Garzón. El campo de batalla de esta precampaña es uno: las macrogranjas. Y ahí el PP y Podemos cabalgan cómodos mientras los socialistas quedan desdibujados. La vicepresidenta tercera y responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera, está semidesaparecida en este debate que amenaza con ser el gran vector electoral.
El ministro de Consumo ha resucitado políticamente en este inicio de 2022. En su entorno dicen que está «encantado» con todo lo que está ocurriendo. Y Unidas Podemos asegura que esta crisis les ha hecho irrumpir con fuerza en la precampaña electoral de Castilla y León: «Nos ha situado en el mapa». La formación morada había tenido problemas para concurrir por primera vez en coalición con Izquierda Unida, pero ahora la situación es muy diferente. «Garzón se ha convertido en el activo más potente para nuestra campaña», afirman. Tras dos años en el Gobierno en los que ha pasado bastante desapercibido, salvo alguna polémica esporádica como la del consumo de carne, con una relación hasta ahora distante tanto con Yolanda Díaz como con Ione Belarra y con una bagaje en el ministerio escaso —la regulación de las casas de apuestas no cumplió las expectativas internas—, el líder de Izquierda Unida es ya la principal fortaleza de la candidatura que lidera Pablo Fernández.
Unidas Podemos ya ha pedido a los gabinetes de sus ministros las agendas del próximo mes para ofrecerles participar en los actos de campaña. Este sábado, estarán con Fernández en Valladolid tanto la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, como el secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago. Pero UP también ha invitado tanto a Yolanda Díaz como a Garzón. Quieren, por tanto, que el principal protagonista de la polémica de las macrogranjas se «arremangue» y se moje en la campaña del 13-F. Y que secunde a Fernández, que esta semana pedía al candidato del PP, Alfonso Fernández Mañueco, un debate en una explotación intensiva. «Garzón ha salido fortalecido políticamente de la campaña del bulo», añaden desde el partido morado.
Es, dicen, el «momento Garzón». Y lo es, según Unidas Podemos, porque el PSOE ha insistido en desautorizar al ministro de Consumo y en apoyar la tramitación de su comparecencia en el Congreso. Sánchez no lo ha frenado. Eso ha provocado la reacción, en principio tibia pero luego contundente, de Yolanda Díaz en defensa de la causa medioambiental. El área que lidera la gallega no quiere ahora soltar esta bandera verde. Creen que han tomado la delantera a los socialistas, por incomparecencia además de Sánchez y Ribera, y plantearán la campaña en Castilla y León en este sentido. En el cuartel general morado van a insistir, por tanto, en esta polémica, buscando alargar el asunto, y a defender las ganaderías familiares y las actividades extensivas.
Torpedo a la campaña de Tudanca
En el PSOE, por su parte, se han encendido las alarmas. Asumen que el inicio de la precampaña ya está condicionado por la crisis de las macrogranjas y la estrategia de Luis Tudanca se ha visto inevitablemente afectada. En Moncloa y en Ferraz, también lamentan esta polémica y por eso han elaborado un argumentario que destaca la defensa por parte del Gobierno de la política agraria común (PAC) y de la aprobación de la Ley de la Cadena Alimentaria. «Eso sí que es cumplir con los ganaderos de Castilla y León», destacan desde el entorno del candidato socialista.
La estrategia de campaña del PSOE, en este terreno, pasa por incidir en que son el PP y Mañueco quienes no han cumplido con el campo de Castilla y León. «El candidato popular criticó el acuerdo de la PAC, que trajo mayor cuantía a España, y la exconsejera de Agricultura de Castilla y León Milagros Marcos fue quien llevó la voz cantante en el Congreso cuando el PP no apoyó la Ley de la Cadena Alimentaria, que sí secundaba el sector», defienden fuentes socialistas. En efecto, el grupo popular en la Cámara Baja se abstuvo en esta iniciativa de Luis Planas. «Ambas son dos buenas medidas para el sector, cuentan con su apoyo y el PP les puso todas las trabas que pudo», lamentan desde las filas socialistas.
El PP desembarca en las granjas
El PP, por su parte, va a desplegarse por diferentes explotaciones ganaderas de Castilla y León. El presidente, Pablo Casado, se incorpora este viernes a la precampaña con una visita a Navas del Marqués, donde acude cada verano y estuvo empadronado. La dirección nacional también se recorrerá las diferentes provincias: Ana Beltrán, Jaime de Olano, Antonio González Terol, Mila Marcos… Su estrategia pasa por defender al sector del campo, al que consideran «marca España», y seguir prolongando esta crisis. «Para nosotros, Castilla y León es la granja y el granero de España», afirman.
Los populares aseguran disponer ya de estudios cuantitativos que muestran un retroceso del PSOE en Castilla y León. Un desgaste, dicen, acusado por su indefinición. Quieren explotar esta veta y poner el foco en Pedro Sánchez, no en Garzón: «En la debilidad del Gobierno». Será un tema central en su estrategia, completado con la actuación de los diferentes cargos autonómicos. Varios de ellos, como Juanma Moreno, se retrataban este jueves en explotaciones ganaderas.
La candidatura de Mañueco, en definitiva, quiere trasladar a Castilla y León la estrategia que siguió Isabel Díaz Ayuso en la campaña del 4-M. La presidenta madrileña echó mano de la hostelería para sustentar buena parte de sus mensajes. En la comunidad vecina, ese marco ahora es el campo, tanto la ganadería como la agricultura.
Vox dará «carrete» a la crisis
Vox, por su parte, se siente cómodo en la crisis de las macrogranjas y dará «carrete» a la polémica. «Critican lo que defienden», aseguran desde la formación, que pone el foco en las incongruencias del PSOE con la Agenda 2030. Santiago Abascal desembarcará en Castilla y León durante las próximas cuatro semanas y de forma simultánea lo hará la cúpula de la formación: Javier Ortega-Smith, Jorge Buxadé, Rocío Monasterio… Misma estrategia que en Cataluña o en Madrid: un grupo coral con nombres que aportan al candidato.
«Para nosotros, todo es ganar», afirman desde Vox, que cuenta con una procuradora actualmente, Fátima Pinacho. El votante joven será prioritario para ellos. De hecho, consideran que la polémica en torno a los mensajes en redes sociales de su cabeza de cartel, Juan García-Gallardo Frings, le ha puesto en valor ante sus potenciales electores. La marca, para Vox, será prioritaria en la campaña.