El Gobierno debería inmediatamente levantar las restricciones impuestas por los militantes políticos en el País Vasco y, en particular, la prohibición de Batasuna. Los procesos de paz son un desafío. Especialmente para los gobiernos. Pero son mejores que la guerra.
La noticia original en The Belfast Telegraph
La noticia original en The Independent
Muchos en el País Vasco se han tomado con gran interés el proceso de paz de Irlanda. En un esfuerzo para progresar en su propio proceso de paz, esperan aprender de la experiencia irlandesa.
En mi opinión, no aprovechar las oportunidades e iniciativas desarrolladas por el proceso de paz irlandés llevan mucho más tiempo del necesario.
En ocasiones, las discusiones sobre las palabras y su significado fueron consideradas como condiciones previas que, en algunos casos, casi llevaron el proceso a la ruina. Esto debería evitarse en la situación vasca.
El comunicado de ayer seguía el anuncio de ETA del 5 de septiembre que había decidido parar “las acciones militares ofensivas”. En esa ocasión ETA dijo que era el momento de construir un marco democrático para el País Vasco.
Estos acontecimientos no sucedieron por casualidad. Se produjeron al final de n largo proceso de discusiones estratégicas entre los partidos, sindicatos y militantes políticos vascos.
La nueva estrategia obliga a los participantes vascos a seguir “medios exclusivamente políticos y democráticos” y busca lograr un cambio político “sin ningún tipo de violencia y sin interferencias … realizado de acuerdo con los principios Mitchell”.
Esta estrategia se refleja en los comunicados de ETA desde septiembre, así que el comunicado no debería ser juzgado aisladamente. Se trata de un serio esfuerzo para avanzar por medios pacíficos y democráticos y debería ser alentado.
También necesita unas medidas seguras por parte del gobierno español para crear el mejor entorno para su desarrollo. Por ejemplo, Arnaldo Otegui debería ser puesto en libertad. Arnaldo es el líder clave del movimiento independentista vasco.
Él es un comprometido partidario de la necesidad de desarrollar un proceso democrático. Su estancia en prisión es injusta. También es un obstáculo para el desarrollo de un proceso de paz y de un cambio positivo.
El Gobierno debería inmediatamente levantar las restricciones impuestas por los militantes políticos en el País Vasco y, en particular, la prohibición de Batasuna. Los procesos de paz son un desafío. Especialmente para los gobiernos. Pero son mejores que la guerra. Y como demuestra el proceso de paz irlandés, en contra de todas las previsiones, pueden ser un éxito.
Gerry Adams, The Belfast Telegraph y The Independent (Gran Bretaña), 11/1/2011