Gibraltar es una colonia

JOSÉ MARÍA CARRASCAL – ABC – 02/04/17

José María Carrascal
José María Carrascal

· La actitud europea venía siendo la del espectador que no quiere meterse en líos.

A la culta, elegante, rica, social Europa debería darle vergüenza albergar una colonia medio siglo después de que se hubiera declarado ilegal el colonialismo, tras quedar libres de tal lacra África, Asia, América, incluso Oceanía. Entre países supuestamente aliados, encima. Me estoy refiriendo, como habrán adivinado, a Gibraltar, que sigue en la lista de colonias de Naciones Unidas desde que el gobierno británico lo incluyera en la misma, sin haber cambiado de estatuto, como demuestra que continúe debatiéndose en cada Asamblea General, pese a todos los esfuerzos ingleses por sacarla.

La actitud europea venía siendo la del espectador que no quiere meterse en líos. Cuando el Reino Unido ingresó en la UE, exigió que Gibraltar entrara con él como «territorio europeo cuyos asuntos exteriores lleva un Estado miembro», sin aludir a su condición colonial. Cuando, años más tarde, España ingresaba en la Comunidad lo aceptó, ya que lo de «territorio europeo» incluía también lo español, aunque le hubiera gustado una calificación más explícita, pero no teníamos el músculo suficiente para imponerlo.

Esto ha cambiado radicalmente con la decisión británica de abandonar la Unión Europea. Ahora ya no se necesita andarse con rodeos: si el Reino Unido se va, Gibraltar se va también. Lo que representa para éste quedarse reducido a su escueta condición de colonia, que «debe ser descolonizada por negociaciones entre los gobiernos británico y español», según la resolución de la Asamblea General de la ONU del 19.12.1967. Que es la actitud adoptada por la Unión Europea ante las negociaciones sobre el Brexit: sin acuerdo entre el Reino de España y el Reino Unido no habrá acuerdo europeo sobre el Peñón. Volvemos al punto de partida.

Los ingleses van a hacer lo posible e imposible para saltárselo y sólo espero que aguantemos firmes para borrar de una vez lo que es una vergüenza para España y para Europa. Porque lo más vergonzoso es que haya españoles que apoyen las tesis inglesas y gibraltareñas, aceptando una colonia en el extremo sur de nuestro territorio, con los españoles encargados hasta de recogerles las basuras.

Me refiero a los independentistas catalanes, a buena parte de los socialistas andaluces (¿cuántos millones de los Eres han acabado en Gibraltar? ¿Cuántos gibraltareños duermen en su chalet de la Costa del Sol?) y a la izquierda radical dispuesta a acabar con todo lo que huela a histórico en España. Cuando, en este caso, no hace falta echar mano de medidas drásticas, ni siquiera cerrar de nuevo la Verja: basta con considerarla una frontera extraeuropea y tomar las medidas que rigen éstas.

Hay el problema de los trabajadores españoles en la Roca, la inmensa mayoría en labores ínfimas. La única, la auténtica solución para ellos es proporcionarles un trabajo mejor que en ese paraíso fiscal. Algo que debía haberse hecho hace años, pero que no se ha hecho debido a los que prefieren que continúe esa situación colonial. Se presenta otra oportunidad de resolverla. Veremos si estamos a la altura de las circunstancias.

JOSÉ MARÍA CARRASCAL – ABC – 02/04/17