Gobierno Frankenstein

ABC 23/09/16
BIEITO RUBIDO

Pedro Sánchez y su contumacia nos ocupan más tiempo del que el valor real del personaje merece. Ya no sabemos cuál de sus rostros es el verdadero: el que quería ser investido con los votos de Ciudadanos o el que está dispuesto a perpetrar un Gobierno Frankenstein, con independentistas incluidos. Suena todo a broma, si no fuese porque está en juego una buena porción de nuestro futuro, también del PSOE, que puede acabar siendo la víctima principal de su secretario general. De continuar con esta deriva, no solo facilitará a Rajoy la mayoría absoluta en las terceras elecciones, sino que obligará a una refundación del histórico partido que ahora mismo pilota hacia los acantilados donde naufragan hasta los mayores navíos. Y me temo que no le ocurrirá como a Eneas, a quien los dioses reservaban para grandes empresas. En la tarea común de la España moderna, ya no hay sitio para el empecinamiento. Hace tiempo que Sánchez debería haber hecho la autocrítica obligada y asumir que en democracia no se gobierna porque a uno le apetezca o al azar de los dados, sino porque la voluntad de los ciudadanos así lo expresó en las urnas.