José Antonio Zarzalejos-El Confidencial
La Mesa debe decidir si suspende o no a los diputados presos preventivos. Muchos se preguntaban qué hará Gerardo Pisarello, su secretario primero, y el más inmediato colaborador de Ada Colau
El golpe de revés, propio del tenis, es muy útil para explicar también algunas decisiones de los poderes públicos. Es el que acaba de ejecutar la Sala Segunda del Tribunal Supremo al atribuir a la Mesa del Congreso, que este martes se constituye, la decisión de suspender, o no, a los presos preventivos procesados en la causa especial del proceso soberanista en su condición de diputados.
Manuel Marchena y los otros seis magistrados entienden que al tribunal corresponden algunas decisiones importantes como no solicitar el suplicatorio, mantener la medida cautelar de privación de libertad y la excarcelación de Sànchez, Rull, Turull, Junqueras y Romeva, ayer, para recoger las credenciales, y hoy, para jurar o prometer la Constitución y alcanzar la condición de parlamentarios en el pleno constitutivo de la Cámara Baja, reconociendo así el derecho a la participación política (artículo 23 de la CE).