ABC 26/01/16
· Tras el enfriamiento con Podemos, el líder del PSOE busca ahora que Ciudadanos apoye su investidura y los de Iglesias se abstengan
A cuatro días de una nueva reunión del Comité Federal del PSOE, comienzan a moverse los socialistas partidarios de abstenerse en la investidura de un candidato del PP, con tal de no tener que gobernar ellos con Podemos. Son pocos, porque la militancia es muy contraria a la «gran coalición», pero de renombre. El más importante, Felipe González, abogó por ello el lunes, durante un almuerzo con embajadores. Propuso que PP, Ciudadanos y PSOE pacten un programa de reformas a solo dos años.
El expresidente ve poco futuro a un Gobierno presidido por Pedro Sánchez con solo 90 diputados si depende del apoyo de Podemos, formación muy criticada por González desde hace años por sus vínculos con la Venezuela «chavista». Es más, pronosticó que Pablo Iglesias no quiere pactar sino hundir al PSOE y quedarse con su espacio, pero él no aconsejará a Sánchez si ir del brazo de los que defienden la Constitución o con los de la «ruptura».
También ayer, la Fundación España Constitucional, integrada por exministros de UCD, PP y PSOE, entre los que están José Bono, Elena Salgado, o Carlos Solchaga –otros como Corcuera o Leguina no están pero también apoyan–, emitió un comunicado pidiendo un Ejecutivo de «dos o más partidos constitucionalistas», para una legislatura de solo dos años que saque adelante una reforma constitucional y haga frente al desafío catalán.
Valencia, «una razón más»
Pedro Sánchez es consciente de que tanto esa propuesta como la de los barones regionales –investidura suya apoyada por Ciudadanos y abstención de Podemos, que tendría difícil justificar un no a un gobierno alternativo al PP–, tienen un mismo objetivo: huir de la entrada de Iglesias en el Gobierno. Esto aterroriza a la UE, a los mercados y al propio PSOE.
De momento, el líder socialista no cede en lo que se refiere al PP. Ayer, nada más conocer la macrorredada contra los populares valencianos, colgó el siguiente tuit: «El suma y sigue de la corrupción del PP exige, a quienes creemos firmemente en la regeneración democrática, enviarles a la oposición». Un mensaje a González y sus fieles que se encargó de remachar el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, cuando recalcó que ese partido está de corrupción «hasta las orejas» y lo ocurrido ayer en Valencia en «una razón más» para no apoyar la investidura de ningún popular.
Sánchez sí va a intentar quitarse presión del otro lado, la que le ejercen los líderes territoriales. Coincidiendo con el enfriamiento de las relaciones PSOE-Podemos –el asunto del reparto de escaños en el hemiciclo del Congreso puede haber sido la puntilla–, el secretario general ha iniciado el acercamiento a Ciudadanos que le pedían Susana Díaz, Javier Fernández, Emiliano García-Page. Guillermo Fernández Vara, Ximo Puig, entre otros.
Que Rajoy no se escabulla
La investidura de Pedro Sánchez con apoyo de C’s –en el Gobierno o fuera– y abstención de Podemos no deja de ser hoy por hoy una quimera porque Iglesias ya ha dicho no. Eso sí, en la escenificación que vivimos, Sánchez se niega a abrir todavía negociación alguna porque cree que «sigue siendo el momento de Rajoy», que no puede escabullirse así como así de la «irresponsabilidad» cometida el pasado viernes al rechazar el encargo del Rey para someterse a la investidura. No quiere llegar el martes a su segundo encuentro con el Monarca como candidato «in pectore», porque sería abonar la estrategia del presidente del Gobierno en funciones: que fracase el «gobierno de izquierdas» y llegue la oportunidad del PP, con él u otro.
El líder socialista intentará hasta el último minuto y si, al final, el Rey le