HERMANN TERTSCH – ABC – 11/02/17
· Esta nueva crisis hace pensar a muchos que la aventura de Atenas en el euro podría tocar a su fin.
Grecia vuelve a estar donde ha estado varias veces en la pasada década. Pero peor, porque son cada vez menos las fuerzas, el ánimo y la esperanza de todos los implicados, desde el Gobierno de Alexis Tsipras, la sociedad griega, la troika de FMI, Comisión y BCE y los grandes países europeos. Grecia vuelve a estar al borde del fracaso del paquete de ayuda, el impago y la salida del euro.
Que hoy sería previsiblemente la salida de la UE. El proyecto europeo perdería su segundo miembro en menos de un año. Estas gravísimas señales de disolución provocarían un terremoto político y psicológico que muchos consideran de efectos fatales para el continente. Todo ello en un año electoral en que está en juego la supervivencia de la Unión. Las elecciones del 15 de marzo en Holanda abren una rápida sucesión de elecciones que llevan a Francia en abril, a Alemania en septiembre y a Italia en cualquier momento. La impotencia para solucionar el tercer paquete de ayuda a Grecia ha provocado ya una situación general de enfrentamiento y desconsuelo por la falta de expectativas razonables de encontrar una solución aceptable.
El FMI ha entrado en guerra interna con la Comisión y el Banco Central Europeo enfrentados con el FMI por una nueva quita que ellos consideran imposible. Pero lo que consideran imposible todos es que Grecia vaya a cumplir. Por lo que todo se antoja un mero ejercicio de melancolía ante la impotencia común.
Nadie quiere expresar la sensación de fracaso tras tanto esfuerzo, sacrificio y dinero invertido, porque toda Europa está en un momento de excepcional sensibilidad ante la avalancha de malos augurios políticos. Es una terrible paradoja cuando la economía europea y sus empresas demuestran recuperación, crecimiento y aumento de beneficios. Con una terrible losa de refugiados y la permanente amenaza de más, Grecia necesita más que nunca a Europa. Pero esta nueva crisis, la falta de salidas y un profundo cansancio hacen creer a muchos que la aventura de Grecia en el euro sí podría estar al final de su recorrido.
HERMANN TERTSCH – ABC – 11/02/17