ABC – 31/01/15
· Jeroen Dijsselbloem, jefe del Eurogrupo, rechaza celebrar una conferencia europea sobre la deuda helena y Berlín insiste en que «no aceptará chantajes».
· Alemania, imperturbable: El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, asegura que la generosidad germana ya ha acabado y que su gobierno «no se dejará chantajear».
· Merkel y Hollande unen posiciones La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, organizaron ayer una reunión en Estrasburgo para unir posiciones.
El nuevo gobierno griego de extrema izquierda abrió ayer fuego en las negociaciones con sus acreedores europeos y, en un movimiento de gran audacia, afirmó que ni reconoce como interlocutor a la troika (Comisión Europea, FMI y Banco Central Europeo) ni tiene la intención de pedir una extensión del rescate que, a lo largo de estos años, ha mantenido con vida la agónica economía del país. Así lo aseguró el nuevo ministro de Economía heleno, Yanis Varufakis, tras entrevistarse con el presidente del eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem.
Grecia depende ahora de una extensión del rescate que concluye el 28 de febrero. Pero tendría que ser una decisión de «buena voluntad» que adopte la UE, ya que el gobierno heleno no quiere negociar con la troika, pero, en coherencia con tal posición, tampoco tiene la intención de pedir una extensión de un rescate que se vería sometido a condiciones similares a las mantenidas a lo largo de estos años. Varufakis explicó que habían ganado las elecciones sobre la base de un programa de rechazo de la troika y sus condiciones: «Esa plataforma nos permitió obtener la confianza del pueblo griego. Y nuestra primera acción como gobierno no puede ser dar marcha atrás y cuestionar nuestro propio programa pidiendo una extensión (del rescate)». La alternativa de Atenas es la celebración de una «conferencia europea sobre la deuda» en la que se busque una solución. Pero Dijsselbloem rechazó frontalmente tal posibilidad.
La UE ha adoptado una posición de firmeza. Está dispuesta a hacer pequeñas concesiones, como un alargamiento en los plazos para la devolución de la deuda o una flexibilización en las reformas económicas. Pero no está dispuesta a ceder ni un milímetro en lo fundamental. Así lo puso ayer de relieve el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, quien insistió en que Grecia debe cumplir con todos sus compromisos adquiridos y dar una clara señal de «confianza» y «confiabilidad» para que se mantenga la solidaridad económica de la UE con Atenas. De lo contrario, si el gobierno heleno persiste en adoptar medidas unilaterales, Berlín se plantará, ya que no está dispuesto a aceptar ningún tipo de chantajes. «Sobre esto hay poco que debatir. Nosotros somos difíciles de chantajear», insistió Schäuble.
Cita en Estrasburgo
Alemania quiere mostrar que no está sola en esta decisiva batalla en la que tanto se juegan el euro y Europa. Y para que así quede claro, ayer se organizó en Estrasburgo una reunión de la canciller Angela Merkel con el presidente francés, François Hollande, a la que también asistió el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, quien se reunió el jueves con el primer ministro griego, Alexis Tsipras. El objetivo de esa cita es unir posiciones, evitar discordancias y acordar una estrategia común. Pero las autoridades germanas advirtieron de que se trata de una reunión «informal» de la que no se informará a la prensa tras la misma.
Jeroen Dijsselbloem se entrevistó en primer lugar con el primer ministro, Alexis Tsipras, quien subrayó que, «en los últimos cuatro años, Grecia ha aplicado un programa fallido que ha hecho sufrir a nuestro pueblo». El jefe del Eurogrupo le contestó que no está en absoluto de acuerdo, ya que las reformas son la vía ineludible para salir de la crisis. Solo coincidieron en la importancia de luchar contra la evasión de impuestos y la corrupción.
ABC – 31/01/15