AYER, en uno de los casos más desvergonzados de trapacería intelectual en la historia de Podemos, que ya es decir, Errejón pidió «respetar el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado» y más fondos para la UCO, que parece el primer fruto de la libre sindicación de las Fuerzas de Seguridad que iñigoasino# defendió en Febrero. Sólo le faltó gritar, como a los trolls de su partido contra Cifuentes: «¡Viva la Guardia Civil!».
Como Errejón parece condenado a ser el Trotsquito de Pablenín, supongo que ahora sueña con ser Lev Davídovich, o sea, Trotski, jefe militar del golpe de Estado bolchevique en Octubre de 1917 contra el Gobierno Provisional y en Enero de 1918 contra la Asambla Constituyente democráticamente elegida por los rusos, reos del infame delito de darles sólo un cuarto de los votos. Aunque Lenin era el que animaba a la más extrema violencia, fue Trotski el organizador del Comité Militar del Soviet de Petrogrado con los soldados a los que evitó el frente; también de la Guardia Roja que disparó a la multitud que salió a la calle a defender el Parlamento y, finalmente, del Ejército Rojo, a partir de la oficialidad zarista y de unos pistoleros de retaguardia a los que llamó comisarios políticos. Él derrotó –Lenin no pisó una trinchera– a los tres ejércitos improvisados que combatieron a los comunistas dos años. En España, ganaron los blancos. De ahí que quieran profanar sus tumbas, como Trotski, que desenterraba y quemaba los cadáveres de los blancos para provocar el terror supersticioso de los campesinos, que huían despavoridos ante aquellos demonios capaces de perpetrar actos tan inhumanos y sacrílegos.
Recordemos que Errejokski es el que usaba en Twitter el acrónimo ACAB (All Cops Are Bastards). Y el que, antes de que Pablenín le clavara el piolet de Vistalegre, defendía al terrorista Alfon condenado a cinco años por llevar a la manifestación «Rodea el Congreso» una olla con explosivo y metralla para matar policías. Y que juntos recibieron en el Congreso a los proetarras de Alsasua que apalearon a dos guardias civiles y a sus novias. Ahora quiere crear la Guardia Roja sobre el cadáver de la Guardia Civil. Supongo que, en legítima defensa, cuando vaya a tomar posesión de la Benemérita al frente de su Cheka, tal vez rebautizada UKO, lo detendrán.