“Ha perdido ETA…” ¿De verdad?

EL CONFIDENCIAL 30/08/13
GRACIANO PALOMO

Mi colega Luis Rodríguez Aizpiolea, prejubilado en el diario El País, persona razonable y sensata, profesional al que tengo consideración, es un especialista en cuestiones de ETA y desde esa atalaya suele decir que ETA ha perdido y que al final no ha conseguido nada.
No lo tengo tan claro después de ver cómo discurre el verano en Bilbao y cómo las chupineras etarras imponen su ley al margen de cualquier respeto a sus víctimas, chapoteando entre la provocación y el salto de la ley a la torera que es un estilo muy a lo español.
Hay muchas formas de ganar o perder. Los asesinos etarras han segado casi mil vidas y han dejado en la cuneta, malheridos o mutilados, a otros(as) mil. Si por perder se estima en que no han conseguido, al día de hoy, el Estado euskaldún y socialista que pretendían según sus primigenios ideólogos (curas y frailes trabucaires) se puede afirmar, en efecto, que han fracasado. Pero si, por el contrario, se pone el acento en la inexistencia del Estado en el País Vasco, si exhibir un mínimo sentido de lo español en aquel territorio es sinónimo de exclusión social o billete seguro al ghetto, entonces sí que ETA ha ganado.
El objetivo político básico de los añejos etarras era conseguir la separación del territorio euskaldún de España -en primera instancia- para en segunda hacer lo propio con la Euskadi que convive en Francia. Luego organizar un pequeño gulag para liquidar a todo aquel burgués que pululara por la España sin romanizar.
No tengo muy claro si ha ganado ETA o si por el contrario España los ha derrotado a base de resistencia, aguante y dolor. Creo que es una respuesta que todavía está en el viento.
Lo único que me consta es que terroristas convictos y confesos pululan por calles de los pueblos y ciudades de aquella comunidad autónoma; en ocasiones esos  valerosos ‘gudaris’ que asesinaban por la espalda o colocaban bombas que segaron la vida de mujeres y niños son homenajeados sin que a nadie le produzca un vómito incontenible.
Lo demás, oiga, es discutible y discutido. La Historia nunca se detiene.