SANTIAGO GONZÁLEZ-El Mundo
El presidente de UPN, Javier Esparza, arremete en declaraciones a Marisa Cruz contra los socialistas navarros, chispún: «Están traicionando a sus muertos». Habrá probablemente algo de lío. Ya lo hubo con motivo de una acusación análoga, hecha por Mariano Rajoy al entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Fue el 12 de mayo de 2005, en el Debate del Estado de la Nación. Aquel mismo día, Pilar Ruiz, la madre de los Pagaza, escribía una carta abierta a Patxi López cuyo texto se ha convertido en clásico: «Harás y dirás más cosas que me helarán la sangre, etc».
Un año más tarde –ETA había anunciado su altro al fuego–, en el Debate de 2006, Rajoy se había comprometido a no utilizar el tema del terrorismo y no lo hizo: apenas dedicó al asunto dos minutos y aquella misma noche, cuando Rajoy no tenía ya oportunidad de hablar, Patxi López anunció su próxima reunión con Batasuna, violando todas las promesas que los socialistas habían hecho de no reunirse con ellos hasta que no se legalizaran. Fue en el programa Ganbara, de Radio Euskadi. El anuncio de López había sido pactado con los de Otegi, palabra por palabra. La reunión tuvo lugar en el hotel Amara Plaza de San Sebastián la víspera de San Fermín y allí, frente al hotel, hubo una concentración de víctimas en la que volvió a acusarse a los socialistas de traicionar a las víctimas. Lo hicieron Pilar Ruiz y Mapi de las Heras, la viuda de Fernando Múgica Herzog, sin que los socialistas ni su secretario general dijeran ni mú.
El PSN cuenta con 11 escaños de los 50 del Parlamento Navarro. Para conseguir la investidura de María Chivite necesitan los nueve de Geroa Bai, los dos de Podemos y el de Izquierda Esquerra y la abstención de los ocho de EH Bildu. En las dos ocasiones anteriores, Fernando Puras y Roberto Jiménez fueron desautorizados por Ferraz. Pedro Sánchez no es Zapatero ni Rubalcaba y María Chivite es una criatura que se rige por la lógica de Sánchez. A ella le basta con investirse. ¿Cómo lidiar con los ocho escaños bildutarras? Basta con poner la pelota en el tejado de Navarra+: si no quieren que Geroa Bai y Bildu vayan imponiéndose en cada votación ellos sabrán lo que tienen que hacer. Lo mismo que Sánchez expone a PP y Ciudadanos, si no quieren que negocie la investidura con Podemos y la abstención de los independentistas catalanes: no tenemos barreras morales y no se hacen ustedes una idea de lo que somos capaces de hacer por seguir aprovechando el momio.
Los socialistas de ahora tienen algunas particularidades: consideran tan fuera de discusión sus apetencias de Gobierno que han llegado a considerar una responsabilidad de los demás ayudarles a conseguirlas. Han llegado a interiorizarlo tanto que consideran estas ayudas gratuitas. O lo que es peor: consideran que pueden convencer a la opinión pública de que pueden hacerse gratis con sus apoyos. Ellos saben mejor que nadie que se paga por cada voto, por cada abstención. Saben también los socialistas que todos los escaños no son iguales, legales y legítimos, por decirlo con palabras de la portavoz Isabel Celaá; les basta pensar en Vox. Tiene razón Esparza: aceptan escaños «manchados de sangre», una mancha indeleble, una vergüenza.