Como también ignoro qué le habrán hecho a mi líder Carlos Herrera. Porque según explicaba ayer con forma y estilo magistral, marca de mi admirado y sin embargo amigo Rubén Arranz, los podemitas del sí es sí, no es no y Black is Black vienen a decir que la culpa de que se hayan ido a recoger guano a la amazonia la tienen Ana Rosa, mi Carlos, Federico Jiménez Losantos e incluso Antonio García Ferreras. Y que si se van de vacaciones Podemos ganará con bandera, banda y desfile de majorettes. Bueno, eso no porque es una cosificación heteropatriarcal. En el caso de la gauche caviar, como los definió implacable y lúcido Jean François Revel, en lugar de majorettes sería mejor hablar de majaretas.
Servidor, amante de las causas perdidas, de los objetos perdidos, de las perdidas según la antigua acepción y de los perdedores porque de este mundo nadie sale vivo, sépanlo los Sánchez de turno, quisiera decir algo. Ana Rosa, Carlos, Federico, Antonio – que Ferreras sea de derechas sólo lo puede decir alguien que tiene la vista hecha un asco o no pasa el control de alcoholemia –, creo humildemente que deberíais hacer un acto de contrición de cara a estos muchachos o muchaches o taquillones de recibidor, que uno se pierde con tanto género.
No sé por qué la lideresa de las mañanas televisivas se porta tan mal con los podemíticos, podemíticas y podemítiques
Demostradles que sois filantrópicos, y áticos, y epigramáticos, aunque a vosotros lo hiperbólico no os resulte muy simpático como escribió aquel gigante del humor que fue Muñoz Seca, asesinado en Paracuellos. Pero a lo que voy. ¿Habéis pensado en adoptar un podemita? No podemos dejarlos abandonados en esa despoblada carretera que es la política. Ellos no lo harían. Bueno, no lo harían porque sin nuestros impuestos a ver de qué órgano reproductor gestante con perspectiva de género iban a vivir. De qué coño, digo.
Entiendo que, dado que la culpa de lo sucedido en España es vuestra según el canal de Pablete, lo suyo sería compensarlos con esa adopción humanitaria, caritativa, salvífica y meritoria. Porque tienen razón. Ana Rosa, y lo personifico en ti porque uno es caballero legionario y las señoras pasan siempre delante de los señores – o señorus o señoris, insistimos -, tú has sido muy mala diciendo lo que pensabas. Pero mujer de Dios, ¿a quién se le ocurre ser libre?¿Qué te costaba callar, hacerte la sueca y hablar sólo de cosas chulísimas, de chochocharlas, con perdón, o fichar a Pim Pam Pum de colaboradora? ¿Son estas maneras de ir por la vida?¿Es esta crítica constante al sanchismo leninismo admisible en una España tripartita, federal, polivalente y con determinación de género indeterminado según se sale al fondo a la izquierda? No y mil veces no.
Así que, además de adoptar a un miembro de la cosa esa – quizá Irene Montero como recurso para que los niños se coman la sopa – deberás leerte como penitencia cien veces “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado” de Engels, “Materialismo y empirocriticismo” de Lenin y las obras completas de Stalin. Habrá examen, aviso. Y no me repliques, que te conozco.
Pero mujer de Dios, ¿a quién se le ocurre ser libre?¿Qué te costaba callar, hacerte la sueca y hablar sólo de cosas chulísimas, de chochocharlas, con perdón, o fichar a Pim Pam Pum de colaboradora?
En cuanto a Carlos Herrera, la pena no puede ser liviana. Así pues, Líder, el año que viene sustituirás tu tradicional y devota romería de Nuestra Señora la Virgen del Rocío por el periplo siguiente: Corea del Norte, ruta Ho Chi Min, museo bolivariano y una excursión a la sierra cubana, todo con Echenique y Monedero de guías. A los demás, mediten, extraigan sus conclusiones y de ellas las penitencias que deben cumplir. Y ahora, criaturas, gritad conmigo ¡viva la ensaladilla rusa, vivan los bistés rusos, viva el plátano Maduro!