NARCISO MICHAVILA-ABC

  • Su desenlace determinará el resultado de las generales por su cercanía y por el poder que está en juego
  • El PP recuperará grandes ciudades y reforzará sus apoyos en las que gobierna

El 28M será el ‘hiperdomingo’ electoral del proceso de primarias en el que se ha convertido la política española. Es la primera oportunidad en la que puede votar todo el censo electoral desde las generales de noviembre de 2019, en una legislatura con apuestas de gobierno inéditas en nuestra joven democracia.

Su desenlace determinará el resultado de las generales por su cercanía y por el poder que está en juego: 8.000 ayuntamientos, doce gobiernos regionales, y más de cincuenta diputaciones, cabildos, consells o juntas generales.

En la urna autonómica es más fácil saber quién será el más votado que quién gobernará. El PSOE, que hace cuatro años ganó en once de las trece autonomías, cederá la primacía al PP en Aragón, Baleares, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y La Rioja; el año pasado lo hizo en Castilla y León. Por el contrario, los socialistas retienen la primera posición en Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha y Extremadura. En Navarra gana UPN, y en Cantabria, el PP, por el hundimiento del partido de Revilla, el PRC.

Pero ganar no garantiza gobernar en los sistemas parlamentarios, por lo que el resultado de los partidos minoritarios será clave. En todo caso, sus números serán menores que en la pasada legislatura al perder apoyos casi todos ellos, especialmente Ciudadanos, que quedará fuera de todas las asambleas regionales. Por el contrario, Vox con un crecimiento menor que en noviembre de 2019, se garantiza entrar en todas ellas.

La urna municipal deparará menos sorpresas gracias a la recuperación del PP en las capitales de provincia y del PSOE en los municipios industriales, pero, sobre todo, gracias al sistema de elección de alcalde donde, en caso de no haber mayorías alternativas, gobierna el más votado. Además, el cómputo global de la urna municipal tiene un impacto directo en las generales: incluye a todo el electorado, en decenas de circunscripciones, lo que impide lecturas parciales y es la primera que se escruta la noche electoral.

A las 10 de la noche ya sabremos quién ocupará la Moncloa la próxima legislatura: si Sánchez o Feijóo.