Fue muy sorprendente la salida de Ábalos del Tribunal Supremo, su tono triunfal, con un punto de perdonavidas y el anuncio de que va a entregar documentación probatoria y que “nada ha quedado en el tintero”.
Uno de esos periodistas quisquillosos, que los hay, le preguntó por la situación de los favores que hizo la trama a sus amigas. Ahí se rebotó: “Sea usted más respetuoso, que estamos en el Tribunal Supremo”. En rigor estaban en la calle, frente al palacio de las Salesas que alberga al alto tribunal. Por otra parte, la frase es una demostración palpable de que los socialistas respetan mucho a la judicatura. Dice “más respeto que estamos en el Tribunal” como quien dice “que estamos en misa”, no se debe mancillar lo sagrado con expresiones impropias. Hay tres oficios que imponen respeto al pueblo llano: los curas, los abogados (incluidos los jueces) y los médicos. Ninguno de los tres discrimina a sus clientes, aunque sean criminales y son tres cometidos intercambiables. En ‘Sueños de un seductor’, la mujer de Allen, Susan Anspach, le pide el divorcio y le anuncia: “Mi abogado llamará a tu abogado”, a lo que él responde: “No tengo abogado; dile que llame a mi médico”.
¿Qué nada ha quedado en el tintero? Hombre sí, Carlos Cuesta calculaba ayer que en su larga comparecencia dejó sin responder 300 preguntas. Por ejemplo: ¿Cómo es posible que la vicepresidenta del narcoestado de Venezuela se coja un día un avión para venir a España y nadie lo supiera aquí? Y así otras 299 más. Pongo este ejemplo, porque el hoy compareciente Víctor de Aldama sí querrá responderla y está cualificado para ello por ser una de las personas que la esperaron y atendieron en Barajas. O sea, que hoy va a comparecer ante el Supremo y aunque José Luis Ábalos dice que todo es un invento, vamos a ver que no, como ya hemos visto que prácticamente todo lo que ha dicho ha sido confirmado por la UCO. Él se ha ofrecido a desencriptar para la Justicia su teléfono móvil donde podrán comprobarse sus contactos, sus whatsapps con los jerifaltes del sanchismo, incluido naturalmente Ábalos.
Hay un punto de ridículo en la declaración del purgado, que por endosar hasta endosó el noviazgo de la Jeni, su piso y el puesto de trabajo en su Ministerio a Koldo, el espectacular portero del puticlub Rosalex. Éste no ha dicho que no, quizá para guardar su foto, -la moza está de muy buen ver-, y presumir enseñándosela a los amigos.
Contra Ábalos está también el propio presidente del Gobierno. ¿Por qué fumigó a su antaño todopoderosa mano derecha y lo echó a las tinieblas exteriores del Grupo Parlamentario Socialista? Una hipótesis que circula al respecto dice que hay un pacto de no agresión: Ábalos no cuenta lo que sabe sobre las cuentas que el presidente y la catedrática tendrían en la República Dominicana y Sánchez, en justa contraprestación lo rehabilitaría políticamente y lo indultaría en el plazo de unos meses. Naturalmente, yo no acabaré de creerme esta hipótesis hasta que me lo certifique la UCO, pero esperaré con la duda en la cabeza hasta que los hechos la certifiquen. Imagínense ustedes que dentro de, digamos sesis meses, José Luis Ábalos es gozosamente readmitido en la casa del padre, vale decir en el Grupo Socialista. Se nos habrán despejado todas las dudas.