El lehendakari asegura que su plan es el «único activo jurídico, político e institucional con el que contamos» para lograr la normalización. «El problema político es que no se acepta la capacidad de decidir», dice.
El lehendakari Juan José Ibarretxe aseguró ayer que todos los partidos, «salvo el PP», están de acuerdo en que al final del proceso de normalización será necesario convocar una consulta popular, que esperó que se celebre en esta legislatura. Afirmó que «si esta generación pierde esta oportunidad» para lograr la paz en Euskadi vendrán otras, que no tardarán tanto tiempo, pero «tendrán diferentes actores». Lo más peligroso en estos momentos, dijo, es «reivindicar protagonismos».
Ibarretxe inauguró en Andoain el nuevo foro de debate Martin Ugalde, organizado por el diario Berria, con la conferencia titulada ‘Euskadi… de cara al futuro’. En su primera disertación pronunciada íntegramente en euskera, resumió en cuatro ideas básicas su visión de la situación política y el futuro de Euskadi que, insistió, «deberemos abordar, entre todos, para alcanzar la paz y la normalización política». En el parque cultural Martin Ugalde, Ibarretxe estuvo arropado por la portavoz del Gobierno Vasco, Miren Azkarate, y los consejeros Tontxu Campos y Esther Larrañaga; el diputado general de Gipuzkoa, Joxe Joan Gonzalez de Txabarri; la presidenta de las Juntas Generales, Leire Ereño, y el ex presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa. También asistieron representantes de PNV, EA, Ezker Batua y Batasuna como Joseba Egibar, Onintza Lasa, Antton Karrera o Karmele Aierbe, así como los hijos de Martin Ugalde.
Ibarretxe explicó que la convocatoria de la consulta popular debe llevar aparejado el compromiso de respetar su resultado y de abrir un proceso negociador que permita dar encaje jurídico a lo acordado. «No puede ser una imposición», añadió. Aseguró que en estos momentos trabaja con todas las «fuerzas, energías y lleno de ilusión» para lograr las «condiciones necesarias» que permitan un diálogo entre todos los partidos.
Ibarretxe aludió en su disertación a la abolición foral de 1839 y a la ocurrida en 1876 y recordó que «Euskal Herria arrastra un problema de carácter político» desde hace doscientos años, «que nada tiene que ver con la violencia de ETA», ya que, según precisó, «ese grupo» nació muchas décadas después en pleno régimen franquista. «La violencia es violencia y como tal debe desaparecer», sentenció. Sí tiene que ver, a su juicio, con que no se acaba de aceptar al pueblo vasco como tal ni que los vascos «tenemos capacidad y derecho para decidir por nosotros mismos, libre y democráticamente, cómo deseamos que sea nuestro futuro».
El Estatuto de Gernika ocupó parte de su exposición, en la que argumentó que ese texto hoy en día «no sirve ya» para resolver los problemas pendientes. «Necesitamos otros instrumentos para lograr la normalización política», apostilló. El lehendakari rememoró en ese momento al proyecto de nuevo estatuto aprobado por mayoría absoluta en el Parlamento Vasco, que según dijo, «hoy por hoy, es el único activo jurídico, político e institucional con el que contamos» y contiene «los mimbres para alcanzar un acuerdo en términos de normalización».
El ‘no’ del Congreso
Recordó el ‘no’ del Congreso de los Diputados al proyecto de nuevo estatuto y criticó que no se le haya dado el mismo trato que a «otras reformas» que sí se han podido debatir en Las Cortes. La negativa del Congreso y la decisión de no iniciar el debate o negociación alguna es, para el lehendakari, «el ejemplo más evidente de que persiste un problema de naturaleza política».
En el camino hacia la consecución de la paz y la normalización política, apeló, una vez más, a la prudencia e insistió en que la paz no se consigue «proclamándola en los medios de comunicación» ni llevando a cabo «mensajes cortoplacistas».
En su exposición, ayudado por las imágenes de un ordenador, utilizó citas en euskera de Orixe, del propio Martin Ugalde del que tuvo un emocionado recuerdo; otras de Víctor Hugo, Nelson Mandela, Simón Peres, Mahatma Gandhi, Koffi Annan y José María Arizmendiarrieta, para terminar con una cita, en catalán, de Miquel Martí i Pol.
En el turno de preguntas, Ibarretxe destacó que la clave para lograr un acuerdo tiene que estar en Euskadi, ya que, a su juicio, pasar «el foco a Madrid sería un grave error». Subrayó que «no importa si el PP o el PSOE» están en el Gobierno de Madrid porque lo realmente relevante es que «nosotros tenemos que decidir aquí». El lehendakari insistió que ocho de cada diez personas, «voten a los socialistas o a los populares, creen que el futuro de Euskadi está en manos de los ciudadanos vascos».
Dentro de su apuesta por la prudencia, se limitó a relatar que está hablando con todos los partidos, salvo el PP, pero que no dirá cómo van las cosas. «Es muy importante preparar el día D+1, porque si ponemos en marcha una mesa de partidos u otro instrumento no será para tomar café o para hablar de fútbol; tenemos que trabajar con toda la seriedad del mundo», apostilló.
A modo de conclusión, afirmó que en la nueva etapa que se proyecta en el futuro «abriremos entre todos y de una vez para siempre las puertas a la esperanza, tenemos la posibilidad de decidir nuestro futuro en paz y libertad y no podemos perder una oportunidad histórica». Ibarretxe reiteró que «debemos preparar un escenario sin violencia y sin exclusiones para poder ser resolutivos».
EL DIARIO VASCO, 1/12/2005