Rubrica con los líderes del tripartito el pacto de Gobierno, que renueva la apuesta por la autodeterminación y la consulta sin hacer bandera del plan. El Ejecutivo urge a ETA a una tregua y pide al Estado gestos de distensión.
El lehendakari y los tres líderes de las fuerzas que siguen sustentando su Gobierno -PNV, EA y EB- rubricaron ayer en el Palacio de Ajuria Enea su pacto para la recién iniciada legislatura, persuadidos de que existe una «oportunidad histórica» que los partidos no deben desaprovechar para avanzar hacia la paz y la normalización y superar «definitivamente el denominado conflicto vasco». Los integrantes del tercer Ejecutivo de Juan José Ibarretxe renuevan en los 64 folios de su compromiso programático la apuesta por el derecho a decidir -la autodeterminación-, la territorialidad y la consulta en ausencia de violencia, vectores de la propuesta de nuevo Estatuto a la que, sin embargo, citan de soslayo. Ibarretxe se reafirmó en la necesidad de constituir una mesa multipartita con presencia de la ilegalizada Batasuna, aconsejó a PSE y PP que no se «precipiten» y reclamó total discreción para blindar el proceso de conversaciones.
El presidente vasco compareció a las once de la mañana junto a Josu Jon Imaz, Begoña Errazti y Javier Madrazo en los jardines de Ajuria Enea, bajo un pegajoso sol, para escenificar la firma de su alianza, por la que Ibarretxe reedita el Gabinete tripartito con la esperanza de ir sorteando su minoría con acuerdos puntuales con todas las fuerzas de la oposición. El pacto, fruto de una negociación no exenta de tensiones entre los socios, se ultimó en vísperas de la sesión de investidura y constituyó la apoyatura sobre la que construyó el lehendakari su discurso. El programa cerrado por los tres miembros del Gobierno relativiza el plan Ibarretxe incluso más de lo que lo hizo su promotor en el pleno del Parlamento, al limitarse a constatar que contiene «bases importantes» para la normalización «junto a otras» iniciativas.
No obstante, los principios inspiradores del proyecto se mantienen incólumes, lo que ayudó a que EHAK -según han reconocido dirigentes nacionalistas- facilitara la investidura de Ibarretxe. El tripartito aboga por buscar a través del diálogo un «consenso integrador» sobre «el reconocimiento del pueblo vasco como sujeto de decisión, la territorialidad, el derecho a decidir y el pacto bilateral con el Estado», que acabe refrendado en una consulta popular en ausencia de violencia y sin exclusiones. A diferencia de cómo se gestionó el plan de nuevo Estatuto, el lehendakari propone pactar ahora con los partidos la metodología de la negociación y la convocatoria del plebiscito por el Parlamento, que sigue sin estar habilitado para ello.
Frente a las críticas de la oposición constitucionalista a un Ejecutivo que cree «más de lo mismo», el lehendakari reivindicó el tripartito como ejemplo de que es posible la colaboración entre diferentes y se declaró plenamente «optimista» sobre el futuro. «Si las cosas van bien», auguró, será factible avanzar hacia la paz, un tiempo «que nos toca abrir» y en el que no caben «insultos, vetos» ni «exclusiones». Su formulación, según subrayó, es «abierta» para tratar de buscar un acuerdo entre todas las formaciones y dejó clara su apuesta por una mesa de diálogo multipartita y extraparlamentaria que sume a Batasuna.
Menos «nerviosismo»
Ibarretxe, que subrayó el derecho de todos los partidos a tener «presencia» y «poder defender» sus proyectos, no dio pistas de cómo piensa atraer a ese foro a socialistas y populares, refractarios a sentarse con la formación ilegalizada. Sí vino a pedirles «calma, serenidad» y menos «nerviosismo» y les recomendó que no se precipiten adoptando «apriorismos» fallidos en el pasado. Así, remarcó que lo que él plantea de cara al nuevo curso político que se abrirá en septiembre es un «esquema de grupos de trabajo» para conocer los planteamientos de unos y de otros e intentar consensuar el procedimiento de negociación; una cuestión «que vendrá con el tiempo», apostilló.
En cualquier caso, Ibarretxe propugnó blindar las conversaciones frente a «los debates en los medios de comunicación». Adelantó que él guardará discreción absoluta y apeló al resto de partidos a hacer lo propio, convencido de que lo contrario frustraría «los objetivos» que se persiguen y de que la paz exige «la máxima responsabilidad» del conjunto de la sociedad, incluida la Prensa. En su pacto, el tripartito confía en un «cese definitivo de la violencia», para lo que urge a ETA a decretar una tregua y pide al Estado que la acompañe con «medidas de distensión», que el Gobierno vasco identifica con el acercamiento de los presos y la derogación de la Ley de Partidos.
PROGRAMA DE GOBIERNO
Principios compartidos
Derechos humanos: Instar a ETA a que manifieste, de forma clara e inequívoca, su firme voluntad de poner fin definitivamente a la utilización de la violencia.
Diálogo: Negociación sin exclusiones entre todas las sensibilidades políticas presentes en la sociedad. Derogación de la Ley de Partidos y defensa del derecho de la sociedad vasca a decidir su propio futuro como principio democrático. Compromiso de negociar con el Estado un acuerdo para que la decisión de la sociedad vasca encuentre su reflejo en el marco jurídico-político.
Conflicto y víctimas: Apoyar los procesos de diálogo entre el Estado y ETA, respetando el principio de que las cuestiones políticas deben dilucidarse por los representantes de la voluntad popular. Potenciar la Oficina de Atención a las Víctimas.
Normalización política
Paz: La paz va a ser la prioridad del Gobierno. Ningún proyecto se puede edificar sobre pilares podridos. La paz y la reconciliación se deben construir sobre la solidaridad con las víctimas ( ).
Nuevo Estatuto y consulta
Sin exclusiones: Los aspectos cruciales para la normalización son el reconocimiento del pueblo vasco como sujeto de decisión, la territorialidad, el derecho a decidir y el pacto bilateral con el Estado como instrumento para la convivencia. El Gobierno vasco solicitará al Parlamento autorización para que, en un escenario de ausencia de violencia y sin exclusiones, se realice una consulta popular a la sociedad vasca que ratifique el acuerdo político alcanzado.
Derechos y libertades
Tregua: Se hace necesaria y urgente una tregua de ETA que, acompañada de medidas de distensión por parte del Estado, nos lleve al cese definitivo de la violencia.
Presos: Exigir una revisión de la política penitenciaria, que conlleve el acercamiento a prisiones cercanas al entorno familiar de todas las personas privadas de libertad. Reforzar las ayudas económicas y sociales con el fin de prestar asistencia humanitaria, sanitaria y jurídica a las personas privadas de libertad.
Administración de Justicia
Consejo vasco: Existencia de un Consejo Judicial Vasco al que le corresponda el gobierno del Poder Judicial en el ámbito de la Comunidad Autónoma Vasca.
Prisiones: Transferencia de centros penitenciarios.
Interior
Ertzaintza: Incorporación al acuerdo de Schengen e incremento de la plantilla.
Trabajo
Empleo estable: Reclamar al Estado la transferencia de las políticas activas de empleo, en las que se incluya la transferencia efectiva de la formación ocupacional y continua. Elaborar la Ley Vasca de Empleo. Exigir la transferencia de la inspección de trabajo y seguridad social. Promover la conciliación de la vida familiar y laboral mediante la reducción de jornada y la excedencia por cuidado de familiares. Fomento del contrato de relevo. Abordar la reducción de la temporalidad promoviendo la contratación indefinida. Establecer medidas normativas dirigidas a erradicar el acoso en el trabajo (mobbing).
Sanidad
Más camas: Implantar nuevas técnicas diagnósticas y terapéuticas. Reducir la demora de las listas de espera quirúrgica. Ampliar el número de camas disponibles. Priorizar el uso de genéricos.
Protección social
Pensiones e infancia: Consolidar la renta básica, adaptándola al salario mínimo interprofesional. Exigir la transferencia de la gestión económica de la Seguridad Social al objeto de velar por el sostenimiento del sistema público de pensiones. Crear la Defensoría para la Infancia y la Adolescencia.
Vivienda
Ley del Suelo: Remitir al Parlamento, en el plazo de seis meses desde la constitución del nuevo Gobierno, el proyecto de Ley de Suelo con la misma redacción con la que fue aprobado por el Consejo de Gobierno la anterior legislatura. También enviará a la Cámara autónoma antes del transcurso de la primera mitad de la legislatura un proyecto de Ley de Vivienda. Arrendamiento de viviendas para jóvenes solteros menores de 30 años y para parejas menores de 35.
Nuevas tecnologías
Banda ancha: Desarrollar el ‘Plan de despliegue de infraestructuras de banda ancha’ para que la totalidad de los municipios vascos cuenten con acceso a esta tecnología la próxima legislatura.
Infraestructuras
Sistema ferroviario: Crear una red para tráficos mixtos, de pasajeros y mercancías (incluidos contenedores), con una velocidad máxima operativa de 220 / 230 km/h, con conexión directa al Puerto de Bilbao y con una óptima intermodalidad del conjunto de estaciones para pasajeros, en las capitales y en los enlaces intermedios.
Educación
Modelos: Promover una Ley del Sistema Educativo; en este marco se podrá abordar la remodelación de los tres modelos lingüísticos.
Plazas: Continuar el proceso de implantación del tramo educativo y asistencial (0-3 años) con la creación de, al menos, 1.000 nuevas plazas públicas anuales.
Idiomas: Alcanzar el multilingüismo para que los alumnos sepan euskera, castellano e inglés.
Universidad: Elaborar un nuevo mapa de titulaciones.
Formación Profesional: Ley de Formación Profesional.
Cultura
Bibliotecas: Plan Vasco de Cultura; crear la Biblioteca y el Archivo Nacional de Euskadi; realizar un nuevo contrato-programa con el ente público EiTB; y elaborar un proyecto de Ley Audiovisual.
Euskera
Normalización: Fomentar una cuota de presencia del euskera en las salas cinematográficas.
Medio Ambiente
Incineradoras: Lograr que en 2010 el 12% de la energía proceda de fuentes renovables. Sobre las incineradoras, centrales térmicas y políticas de residuos, cada grupo mantendrá sus legítimas posiciones.
Unión Europea
Participación: Reivindicar la presencia directa de las instituciones vascas en la Unión Europea. Impulsar la oficialidad del euskera en la que.
Cooperación
Ley: Compromiso de remitir al Parlamento, en el plazo de seis meses desde la constitución del nuevo Gobierno, el proyecto de Ley de Cooperación para el Desarrollo con la misma redacción con la que fue aprobado por el Consejo de Gobierno la anterior legislatura.
Concierto
Defensa: Garantizar el pleno encaje del Concierto en el marco europeo. En el ámbito estatal, es preciso, frente a las últimas interpretaciones que los tribunales están realizando, limitadoras o negadoras de la capacidad normativa, defender, y en su caso, modificar el Concierto de forma que contemple de forma clara y rotunda la capacidad normativa de nuestras instituciones. Renovar la actual ley quinquenal de Cupo.
Cohesión territorial
LTH: Abordar su revisión una vez se hayan definido los consensos políticos comunes.
EL CORREO, 28/6/2005