Arnaldo Otegi aprovechó su extensa reunión en Ajuria Enena para transmitir a Ibarretxe en vísperas de su viaje a Madrid que la izquierda abertzale se ha puesto como prioridad «la paz» y que su «mano está absolutamente tendida». Lo que recuerda que Batasuna apoyó el plan con una carta de Josu Ternera y que sigue planeando la oferta de tregua de la banda.
La ronda de contactos que mantuvo el lendakari Ibarretxe para establecer una estrategia común sobre su «plan», antes de acudir en La Moncloa a su entrevista con el presidente del Gobierno, navegó entre el rechazo expreso del líder del PSE, Patxi López, que ve inevitable un «choque de legitimidades» hoy ante la «cerrazón» del lendakari, y el mensaje bien distinto del ex dirigente batasuno, Arnaldo Otegi. Éste aprovechó su extensa reunión en Ajuria Eena para transmitir claramente a Ibarretxe en vísperas de su viaje a Madrid que la izquierda abertzale se ha puesto como prioridad «la paz» y que su «mano está absolutamente tendida». Un mensaje que recuerda que el apoyo de Batasuna al plan se hizo con una carta de Josu Ternera y que la oferta de tregua de la banda sigue planeando en todo el proceso.
Con las posiciones de unos y otros fijadas de antemano tras dos años de inamovible debate, la sorpresa en la ronda de contactos que mantuvo el lendakari en Ajuria Enea con todas las fuerzas políticas, salvo el PP, que se autoexcluyó de la misma, volvió a correr a cargo de los representantes de la ilegalizada Batasuna que el pasado día 30 dieron el aval al plan Ibarretxe.
Más de dos horas con Otegi
Al término de su entrevista con el lendakari, que se prolongó durante cerca de dos horas -la mas larga del día-, Otegi protagonizó una rueda de prensa sin opción a preguntas. El portavoz parlamentario de Sozialista Abertzaleak habló en nombre de la ilegalizada Batasuna con un tono medido y sin hacer referencia alguna al encuentro que hoy mantendrán Ibarretxe y Zapatero, ni tampoco, de forma directa, al motivo del viaje a Madrid del lendakari, que no es otro que abrir con el presidente del Gobierno un proceso negociador sobre su plan soberanista. Esta «hoja de ruta», según ha anunciado el ejecutivo vasco, culminará con un referéndum ilegal con el respaldo de ETA-Batasuna y que, según lo prometido por el lendakari, se celebrará en un escenario permanente de ausencia de violencia, es decir, de una tregua de la banda.
Antes de insistir en la oferta de negociación que lanzó la ex Batasuna en el velódromo de Anoeta, y que sectores nacionalistas interpretaron como el paso previo de un posible anuncio del fin de la violencia por parte de ETA, Otegi afirmó ayer en tono tajante que la izquierda abertzale «ha fijado una prioridad política para este momento histórico, que es la paz», solucionar el conflicto «de una vez y para siempre, desde el respeto a lo que decidan los ciudadanos de este país», apostilló.
«Diálogo multipartito»
Reiteró que la solución no vendrá por un estatuto para tres territorios, sino a través de este diálogo multipartito entre las fuerzas políticas vascas, y afirmó que Batasuna tiene «la mano absolutamente tendida en esa dirección». Es más, añadió que le había expresado a Ibarretxe la voluntad de la izquierda abertzale de «compartir la responsabilidad» de un proceso que, a su juicio, debe superar «un primer escalón» antes de negociar con el Estado.
Además del apoyo de la ex Batasuna, Ibarretxe obtuvo también el respaldo, sin fisuras, del portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, que cerró la ronda de contactos a última hora de la tarde, y de EA, así como el de su tercer socio en el gobierno vasco, Ezker Batua.
Sin embargo, por la mañana el lendakari cosechó las críticas y la oposición del PSE-EE y de Unidad Alavesa, que le acusaron de pretender «imponer» su plan soberanista. El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, tras una conversación que se prolongó durante cerca de hora y media «franca y políticamente tensa», avanzó que la postura de «cerrazón» del lendakari hace presagiar el fracaso total hoy en Madrid . El dirigente socialista constató «radicales diferencias» con el lendakari y le acusó de conducir a la sociedad vasca a la confrontación y a un «choque de legitimidades» en su cita con Zapatero.
Según Ibarretxe, ahora se abre un periodo de negociación en Madrid que piensa llevar hasta el final, mientras el PSOE insiste, en palabras de López, que «lo que está pendiente es negociar en el País Vasco» y emplazó a ello a Ibarretxe. Una perspectiva que, visto lo visto, no entra en los planes del lendakari en su reunión de Moncloa.
ABC, 13/1/2005