Iceta protagonizó por la mañana un desayuno informativo en el Nueva Economía Fórum, en Madrid, y ya entonó su primer mea culpa en presencia de dos miembros de la Gestora: «Ha sucedido algo importante [la ruptura de la unidad de voto en la investidura] que ha molestado o asustado a la dirección», con lo cual consideró «lógico» que el PSOE quiera ahora revisar las relaciones entre los dos partidos. Tras el desayuno, Iceta fue informado por los periodistas de que la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, iba a acudir a la presentación del libro del hijo del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y se plantó en la Organización Médica Colegial, donde era el acto.
Además, el primer secretario del PSC visitará esta misma tarde Sevilla y se reunirá con Díaz en un encuentro cerrado desde hace días, según fuentes del PSOE andaluz. Fuentes socialistas esperan que el encuentro sirva para mejorar las ahora deterioradas relaciones entre el PSOE andaluz y el PSC, históricamente los dos bastiones del socialismo español y aún las dos federaciones socialistas con más militantes de España.
Iceta aspira a mantener un nivel de relación del PSC con el PSOE similar al actual. Y espera que los socialistas no planteen la expulsión de los socialistas catalanes de los órganos federales, como han asegurado fuentes del PSOE de Andalucía (PSOE-A). «A mí nadie me ha dicho lo de sacarnos de los órganos», respondió ayer a los periodistas en el desayuno.
Esta semana, el entorno de Díaz ha lanzado la idea de que la presidenta ya no tiene dudas, que quiere dar el paso para liderar el partido. Y la presidenta se plantó ayer en Madrid, en la presentación del libro del hijo del presidente de la Junta de Extremadura, El desafío del cambio, donde sabía que se iba a concentrar buena parte del poder orgánico del PSOE, con Alfredo Pérez Rubalcaba como presentador y la presencia de pesos pesados como Patxi López, Eduardo Madina o José Bono.
La sede de la Organización Médica Colegial de Madrid se convirtió durante una hora en el epicentro de la catarsis de un PSOE necesitado de cariño, de abrazos y de calor tras varias semanas de lucha fratricida.
El motivo de tanta concentración de poder socialista fue en buena medida el afecto que casi todo el PSOE siente por Fernández Vara. Pero también la expectación ante la presencia de Díaz, que hizo un hueco en su agenda andaluza, ya que llegó por la mañana a la estación madrileña de Atocha y volvió a irse después porque tenía Pleno en el Parlamento de Andalucía.
Mientras el PSOE más próximo a Pedro Sánchez se está moviendo en busca de una candidatura alternativa a la jefa del Ejecutivo andaluz, como adelantó EL MUNDO el domingo, los barones con más poder más próximos a Díaz están a la espera de que la mujer con más poder en el PSOE dé un paso adelante.
A la entrada del acto, Díaz no quiso aclarar si piensa o no presentarse a la Secretaría General del PSOE, como confirma su entorno. Al contrario. Aseguró que todos sus esfuerzos se centran en la Junta, en Andalucía y en sus nueve millones de habitantes. Además, apuntó que el partido tiene que debatir antes sobre el proyecto y no aún sobre las personas que lo dirigirán después del congreso federal de 2017.
Al acto de Madrid se sumaron personas de mucho peso que no están en el entorno de Díaz, como el ex lehendakari Patxi López.
En la presentación del libro, Rubalcaba aseguró que «llegar [a la primera línea política] es complicado, e irse es complicadísimo», en referencia implícita tanto a Pedro Sánchez como a las opciones de Díaz para llegar a Ferraz. Al margen de eso, el ex secretario general no quiso hablar sobre el proceso abierto en el PSOE.
El libro sobre Fernández Vara –escrito por su hijo– relata su peripecia política y vital desde que perdió las elecciones de 2011 y hasta que las ganó en 2015. «Era mi pequeña historia tras la derrota», explicó.
‘CATALUÑA, NACIÓN’
«Cataluña es una nación».
En el desayuno informativo, Miquel Iceta explicó que el PSC defiende que «Cataluña es una nación» desde sus documentos fundacionales, de 1978.
«Pero no un sujeto de soberanía».
Acto seguido, explicó que los socialistas catalanes defienden que Cataluña es una nación pero «como un sentimiento de identidad, no como un sujeto de soberanía» .
El «ejemplo» vasco.
Iceta fue muy elogioso con el acuerdo de gobierno alcanzado entre el PNV y el PSE, que debería ser «un ejemplo» para el Gobierno de Cataluña.
Importancia del PSC.
Por último, defendió la importancia del PSC porque es «la última viga que resiste la presión que amenaza con derribar la esperanza de encontrar una solución no traumática» a la crisis abierta entre Cataluña y el resto de España.