- Una vez metidos en faena, toca avanzar con paso más firme para crear la gran nación de naciones plurinacional, progresista y de líder supremo perenne
Este periódico ofrecía ayer un llamativo informe, firmado por Ramiro Fernández-Chillón, que refleja el nivel de colonización socialista de todo tipo de instituciones del Estado. A lo grande. Del CIS a Renfe, de RTVE al Hipódromo de la Zarzuela o Patrimonio Nacional, de Aena a Hispasat… no queda organismo estatal o empresa pública que no tenga al frente a un apparatchik del sanchismo.
A ello se une el control de la Fiscalía y el TC, con los siempre entregados Ortiz y Pumpido, y hasta la flamante toma de una multinacional de la envergadura de Telefónica. Los tentáculos del líder providencial no dejan de avanzar, tal y como requiere la lucha sin cuartel que libramos contra «la derecha y la ultraderecha».
Pero aunque Sánchez ha hecho ya una gran labor e incluso anuncia nuevas medidas para ahondar en la «calidad democrática», creo que se puede acelerar un poco más en favor de la causa «progresista». Desde aquí aportamos nuestro granito de arena con un sencillo decálogo de medidas que ayudarían a dar el Gran Salto Hacia Adelante, que diría el camarada Mao:
1.- Aprobación inmediata de la LOCP, o Ley Orgánica del Choriceo Progresista, por la que todos los militantes socialistas podrán trincar dinero público de manera impune siempre que sea para frenar el avance «de la derecha y la ultraderecha».
2.- Begoña Gómez, nueva ministra de Educación.
3.- Todos los colegiados que arbitren partidos de Liga del Barça pasarán a ser militantes del PSC, como un gesto de desinflamación hacia Cataluña y de entendimiento con Puchi y ERC.
4.- Reforma inmediata del Consejo General del Poder Judicial para que sea elegido al completo por la «mayoría progresista», situando a Lola Delgado como presidenta del CGPJ y Marlaska al frente del Supremo.
5.- Recuperación en TVE y en todos los cines del NODO, que glosará las gestas del Gobierno «progresista» y de Mi Persona narradas por las entrañables y emotivas voces de los camaradas Intxaurrondo y Fortes.
6.- Creación de un gran banco público, que será dirigido por Koldo y Tito Berni.
7.- Creación del IBCD (Instituto Bolaños contra la Desinformación), que constará de un comité de cinco miembros natos, profesionales independientes de acreditado prestigio (Évole, Fortes, Intxaurrondo, Fumanal y Risto), que tendrán la potestad de discernir qué medios son nobles, buenos y necesarios –todos los sanchistas– y cuáles son «digitales de los bulos», que habrá de ser cerrados de inmediato (aquellos que osen a publicar informaciones críticas con Mi Persona, su entramado familiar o El Partido).
8.- Nombramiento de David Azagra como presidente del Teatro Real, director perenne de la Orquesta Nacional de España y gestor del Auditorio Nacional. Pero por supuesto podrá seguir teletrabajando desde Portugal y pagando allí sus impuestos.
9.- Todos los españoles, desde La Coruña a Almería y desde Huesca a Huelva, pasando por Murcia y Badajoz, tendrán el deber de hablar al menos una hora al día en catalán. Además, abonarán un nuevo «Impuesto de la Reconciliación» para mejorar la financiación de Cataluña, que se añadirá al «cupo catalán» y permitirá que se destruya por completo y para siempre la reaccionaria solidaridad interterritorial que distingue a todo Estado.
10.- Todos los hogares de la nación de naciones plurinacional contarán con grabadoras del Estado «progresista». Encendidas las 24 horas del día, velarán para que no se aproveche la privacidad familiar para incurrir en desviacionismo climático, fraseología propia de la derecha y ultraderecha, expresiones y comportamientos heteropatriarcales, homofobia e islamofobia, consumos culturales inadecuados, oraciones o lecturas cristianas, quejas por la actividad fiscal confiscatoria del Estado o prácticas sexuales poco «inclusivas».
¡Venga Pedro!, que tú puedes…