EL MUNDO 20/04/14
· La Audiencia procesa a Arri Pascual e Idoia Martínez por matar al general Rovira en 1994.
La misma mañana del 3 de abril en que el juez Ismael Moreno confinaba en su domicilio a Bolinaga por un atentado que había permanecido olvidado, otro magistrado de la Audiencia Nacional daba un paso in extremis para aclarar la autoría material de un asesinato al que le quedaban menos de dos meses para prescribir. Se trata del atentado del comando Madrid contra el general del Ejército de Tierra Juan José Hernández Rovira, tiroteado el 1 de junio de 1994 cuando salía de su domicilio madrileño.
Al igual que en el caso de Bolinaga, la pista la dio un informe de la Guardia Civil sobre otro atentado del mismo comando. De pasada, el escrito enumeraba los otros atentados que se le atribuían. Uno de ellos era el de Hernández Rovira. Quienes le dispararon, decía el Instituto Armado, fueron Álvaro Juan Arri Pascual e Idoia Martínez García, en prisión por varias condenas.
La Fiscalía se percató de que nadie había sido condenado como autor material del asesinato y, dada la inminencia de la prescripción –el próximo 1 de junio se cumplían los 20 años–, reclamó con urgencia un informe centrado en ese asesinato.
Hasta la fecha sólo hay un condenado por el atentado: Miguel Azurmendi Peñagaricano, al que en el año 2000 la Audiencia impuso 52 años de cárcel. No se trata de un autor material, sino del etarra que esperó en el coche a quienes dispararon al general. La Fiscalía llegó también a acusar a Juan Luis Aguirre Lete como autor de los disparos, pero el tribunal estimó que no había pruebas suficiente contra él.
Con el material reunido por los investigadores, el fiscal Daniel Campos presentó un escrito ante el juez Pablo Ruz que recogía la participación de Arri Pascual e Idoia Martínez en el asesinato. El pasado día 3, el magistrado les procesaba por atentado con resultado de muerte, asesinato frustrado, robo de vehículo, falsificación de matrícula, tenencia de explosivos y estragos. También exigía a Arri Pascual e Idoia Martínez una fianza de 300.000 euros.
Contra los dos etarras pesan declaraciones de otros terroristas que les sitúan como dos de los cuatro miembros del comando Madrid. A ello se unen las declaraciones de testigos que presenciaron los hechos y que dieron la descripciones de un hombre y una mujer que encajan en la de los dos sospechosos.
Conforme al relato de hechos del juez y el fiscal, los dos procesados sometieron al general a vigilancia para comprobar sus horarios. Un par de semanas antes del atentado, robaron un vehículo con el que la mañana del 1 de junio se desplazaron hasta la calle de Ibiza. Aparcaron en segunda fila, cerca del domicilio de Hernández Rovira. A las 8.45 horas, «Arri Pascual e Idoia Martínez se apearon del vehículo, mientras Azurmendi Peñagaricano aguardaba al volante, dirigiéndose los dos primeros al encuentro del general» con sendas pistolas.
Cuando el militar «se disponía a introducirse en el vehículo oficial […] comenzaron a disparar repetidamente». Al general le alcanzaron cinco disparos y murió. Luego dispararon contra el recluta que le hacía de chófer, que consiguió agacharse a tiempo. Los etarras huyeron y abandonaron el coche en una calle con varias guarderías. A las 9.35 horas explotó sin causar daños personales, pese a que no había dado tiempo a desalojar alguno de los centros infantiles.
Descubiertos dos décadas después
>Álvaro Juan Arri Pascual . Alias ‘Carlos’ y ‘Munipa’. Perteneció a los comandos ‘Madrid’ y ‘Vizcaya’ en los 90. Entregado por Francia en 2003, los informes policiales le consideraban autor de seis asesinatos, siendo condenado por varios de ellos.
>Idoia Martínez . Alias ‘Olga’, ya había cumplido siete años de prisión en Francia cuando fue extraditada en 2004. En el ‘comando Madrid’ estuvo implicada en asesinatos como el de Francisco Tomás y Valiente o el magistrado Martínez Emperador.
EL MUNDO 20/04/14