EL MUNDO – 19/02/17
· Encumbra a Irene Montero como portavoz y deja a los críticos con apenas un 20% de la ejecutiva del partido. El hasta ahora ‘número 2’ pierde su poder pero acepta ser candidato para Madrid en 2019.
· Otra de las novedades es que Iglesias recupera a Juan Carlos Monedero, fundador del partido, para una suerte de gobierno en la sombra, un espacio llamado Pensar el Gobierno, compuesto por 24 personas, la mayoría de ellas afines a él, que se reunirá una vez al mes.
Temía las «consecuencias» y las hubo. Pablo Iglesias cercena el poder político de Íñigo Errejón y le arrincona tanto a él como a sus afines a un papel secundario en Podemos. Pese a las llamadas a la «unidad» exigidas a gritos por los militantes durante la celebración del congreso de Vistalegre, el líder de la formación morada sometió ayer a un duro castigo a quienes plantearon en las primarias un proyecto alternativo al suyo.
El que fuera número dos de Podemos desde enero de 2014 ha sido apartado de sus cargos más relevantes en el nuevo reparto de poder en la dirección: pierde la Secretaría Política y, lo que es más importante, es destituido como portavoz en el Congreso, el puesto que le aseguraba una mayor proyección e influencia públicas. A cambio, y con el fin de mantener la «unidad» en el partido, Errejón gana el aval de la dirección para ser el candidato del partido a las elecciones autonómicas de Madrid en 2019. El puesto de portavoz en el Congreso pasa a manos de Irene Montero. La hasta ahora jefa de gabinete de Pablo Iglesias, que también es su pareja, se convierte en la mujer con más peso en la formación morada.
Montero se convierte en la nueva referencia parlamentaria del partido, mientras que el puesto de número dos de Podemos es para Pablo Echenique, que repite como secretario de Organización y que, además, adquiere, entre otras responsabilidades, la de ser el portavoz de la formación. Por tanto, una y otro serán las caras de la nueva etapa de Podemos.
Errejón pasa a dirigir la Secretaría de Análisis Estratégico y Cambio Político, que es de nueva creación y que tendrá un peso y unos recursos mucho más reducidos de lo que venía manejando, lo que le permitirá, aún así, disponer de más tiempo para preparar su candidatura a las elecciones autonómicas del 2019, que deberá ser refrendada por la militancia. Ni Errejón ni Iglesias quisieron confirmar que será el hasta ayer portavoz parlamentario el candidato, pero el secretario general sí insistió en que le «encantaría que lo hiciera».
«Si decide hacerlo, contará con todo mi apoyo y estoy convencido de que ganará», señaló Iglesias sobre la nueva estrategia acordada en el Consejo Ciudadano Autonómico celebrado ayer en el Círculo de Bellas Artes, y del que salió el objetivo principal de «redoblar la apuesta» para las elecciones municipales y autonómicas de 2019. «Es muy pronto para adelantar escenarios», se limitó a decir Errejón, que afirmó que van a «poner toda la carne en el asador» para mantener las ciudades del cambio y ganar varias autonomías al PP. «Y eso se hace poniendo pesos pesados», deslizó un Errejón menos abatido de lo que se esperaba, y cuya comparecencia era seguida de cerca por su núcleo duro: Rita Maestre y Clara Serra. Tanto la portavoz del Ayuntamiento de Madrid como la diputada madrileña serán pilares fundamentales en esa carrera electoral.
A nivel orgánico, y sólo una semana después de hacerse con la mayoría absoluta en el comité de dirección (Consejo Ciudadano), Iglesias aprovechó ayer la oportunidad para reedistribuir el poder y arrinconar a la corriente de Errejón de los puestos más destacados del partido, reservándole competencias menores.
El nuevo organigrama plantea una ejecutiva compuesta por 15 personas (un secretario general y 14 Secretarías) y en la que hay más mujeres (ocho) que hombres (siete). Pero no guarda un equilibrio proporcional a los resultados de las primarias como exigía Errejón. Iglesias ha hecho valer su mayoría para hacerse con 11 de los 15 puestos y ha dejado sólo tres asientos a los errejonistas y uno a los Anticapitalistas. Eso supone que Errejón controle sólo un 20% de la ejecutiva cuando reclamaba un 38% en virtud de sus resultados.
La Secretaría Política, la macrocartera ocupada por Errejón, desaparece del organigrama de Podemos y sus funciones serán asumidas por la Secretaría General. Así, el ex número dos de Podemos pasa ahora a dirigir la Secretaría de Análisis Estratégico y Cambio Político, que es de nueva creación y que tendrá un peso y unos recursos mucho más reducidos de lo que venía ejerciendo. Los otros dos errejonistas que siguen en la ejecutiva son Pablo Bustinduy (Secretaría de Internacional) y Auxiliadora Honorato (Secretaría de Administraciones Públicas).
Ahora hay que incluir también en ese círculo de máxima confianza a Pablo Echenique. El líder de Podemos asciende al aragonés convirtiéndolo en su número dos en la Ejecutiva, en sustitución de Errejón, tras ser la segunda persona más votada en las primarias. Repite como secretario de Organización y adquiere dos nuevas responsabilidades que dan buena cuenta de que es una figura en alza. Será responsable de Programa y también ejercerá de portavoz de la ejecutiva. Todo ello llevará a Echenique a renunciar a la Secretaría General de Aragón en unos meses. Por su parte, Urbán, líder de Anticapitalistas, entra en la Ejecutiva como secretario de Europa, donde el eurodiputado podrá continuar con su labor vinculada con las políticas comunitarias.
EL MUNDO – 19/02/17