ABC 21/05/15
· Admite a la televisión venezolana que con Ciudadanos «la partida es más complicada»
Órdago en las generales «Hay una oportunidad ahora. Si se cierra habrá futuro, pero no sé si tendré un papel tan relevante en ese futuro»
Escenario complicado «Ciudadanos parece un actor que tiene cosas que decir, lo que nos dificulta el escenario político»
Terrorismo de ETA «Hay que cerrar las heridas de la violencia política de ETA»
Educación «Hay demasiadas universidades en España. Es un debate que habrá que tener»
Derecho a decidir «Soy partidario; somos soberanistas, pero no es nuestra prioridad»
A cuatro días de las elecciones, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha cambiado los mítines de campaña, de los que sigue desaparecido, por la televisión pública venezolana. En la madrugada de ayer concedió una extensa entrevista a TeleSur, donde admitió que la aparición de Ciudadanos y la resistencia que están demostrando PP y PSOE a sus envites dejan un escenario político bastante alejado del que habría deseado.
«Pensábamos que íbamos a tener dos adversarios políticos y parece que tenemos tres». Así admitía Iglesias que el partido de Albert Rivera, «un líder muy inteligente y un gran comunicador político», les «complica la partida». Lo dicen las encuestas y ahora lo admite el líder de Podemos, un partido que «buscaba una confrontación directa con el PP» y que ve en las elecciones generales un examen a su propio futuro: «Si no ganamos habrá elementos irreversibles; tendremos mucho futuro, pero otro futuro». Los de Podemos ocuparán cargos institucionales y dejarán de ser «outsiders», los que vienen de fuera a combatir a la casta. Una advertencia que es el eslogan del partido: «El cambio es ahora». «Ahora hay una oportunidad. Si se cierra, la política nunca acaba y habrá futuro, pero será con características distintas». Para el partido y para él mismo, precisó, pues dejó la puerta abierta a su salida de la primera línea política: «No sé si tendré un papel tan relevante en ese futuro».
Iglesias admitió que Podemos diseñó una hoja de ruta para un solo año, «porque 2015 tenía que ser el año del cambio». Salen a ganar, pero si no lo consiguen lo que ocurra después es una incógnita incluso para el propio partido.
Un «Podemos de derechas»
Iglesias parafraseó al presidente del Banco Sabadell cuando aseguró que hacía falta un «Podemos de derechas» y señaló que «Ciudadanos ha ocupado ese espacio». «Cuando las élites en España se ponen a trabajar lo hacen muy bien», indicó, colocando a Ciudadanos como la respuesta de esas élites a la irrupción de Podemos. Consciente de que está en campaña, indicó que la formación de Rivera es «una operación de lifting de la derecha» e insistió en los orígenes de su líder y de algunos de sus miembros, ubicados «en la extrema derecha» y en el PP.
Iglesias se mostró «partidario del derecho a decidir» –aunque prefiere que Cataluña y el País Vasco permanezcan en España–. Aunque admitió que no es una prioridad para Podemos, aseguró que si gobiernan España «habrá muchos menos catalanes y vascos que quieran irse». Además, se refirió al terrorismo de ETA, al que denominó «violencia política», como hecho diferenciador entre el soberanismo catalán y vasco y abogó por «cerrar las heridas y normalizar» la situación con una nueva política penitenciaria.
También en radio
Aunque se ha tomado tres días de «descanso» en campaña, ayer también concedió entrevistas en la Ser y RTVE. Si en la primera arremetió contra los medios públicos y aseguró que la prueba de su poca pluralidad es que Podemos no tiene voz en ellos, horas después intervino en TVE y comenzó quejándose a la presentadora: «Respondo rápido porque solo me habéis dado tres minutos», a lo que ésta le recordó que es la Junta Electoral quien define los tiempos de cada partido en campaña. En los dos medios españoles, Iglesias retomó su discurso más optimista, rechazó su caída en las encuestas porque en campaña les está «yendo muy bien» y aseguró que el domingo «habrá sorpresas».
En Educación, señaló que «los conciertos tienen que ser una excepción» y para mantenerlos tendrán que «asumir unos valores», como eliminar la segregación de género. También consideró que «hay demasiadas universidades en España», y aunque eludió concretar si cree que habría que cerrar alguna, «es un debate que habrá que tener». Y no solo sobran universidades; también las Diputaciones, que abogó por eliminar, un «trabajo complejo de ingeniería administrativa».