Podemos salió ayer del Congreso con el convencimiento de haber superado el examen. Sabían que asumían «enormes riesgos», que el debate podía volverse en su contra –como ya sucedió en la moción de censura en Madrid–, pero los diputados y los dirigentes de la formación morada se mostraron muy satisfechos por el papel desempeñado por Pablo Iglesias e Irene Montero. Por haber cumplido –señalaban– con el objetivo con el que decían que presentaron la iniciativa: confrontar su «modelo con el del PP» planteando que Podemos es quien «lidera la oposición» y quien puede encabezar la «única alternativa» a Mariano Rajoy. Ayer tuvieron ocho horas de debate tú a tú con Rajoy.
Podemos hace oídos sordos de las numerosas críticas recibidas de la mayoría de los partidos de la oposición por los fines de la moción de censura y sus formas. Prefiere hacer un balance global en positivo, que –dicen– cobra relevancia tras medirse con Rajoy desde el primer minuto del debate. «Hay una alternativa, sin duda», resumía un alto dirigente.
En cuanto al PSOE, contra el que iba una parte importante de la moción al darse por hecho que los socialistas no la apoyarían y permitirían que Rajoy siguiera en el poder, las fuentes consultadas subrayaron las palabras de Iglesias en la tribuna buscando la reconciliación.
El líder de Podemos tendió la mano a Pedro Sánchez y le ofreció un acuerdo sin Ciudadanos para «sacar al PP del Gobierno más temprano que tarde». Iglesias reclamó a los socialistas «entendimiento» y «diálogo» en esta nueva etapa para echar al «presidente de la corrupción» y pidió olvidar el pasado. Iglesias habló de «errores» cometidos e instó al PSOE a que «asuma también los suyos». Fuentes del partido daban por buena la acogida en las filas socialistas por «cómo habían salido» de «suaves» en su reacción.
Estas fuentes señalaron que el mensaje era «abonar el terreno». «Nosotros solos no podemos y ellos tampoco, así que no queda otra que entenderse», explicaban. «Hoy no es el final de nada, sino que hoy empezamos», resumen sobre la relación del PSOE.
Los miembros de Podemos tuvieron palabras de elogio hacia Montero por un discurso «impecable» contra Rajoy. «Creo que ha sorprendido a mucha gente con su solvencia y su temple en la réplica. A los que la conocemos no, pero quizá sí a aquellos que la habían intentado hacer de menos», señalaba un alto dirigente.
Y es que Montero sacó la artillería pesada contra el PP, atacándolo por los casos de corrupción y leyendo el listado de las decenas de operaciones policiales e imputados. «¡No basta que pidan perdón, les exigimos que devuelvan lo robado hasta el último céntimo!», exigió la portavoz, quien proclamó que «la corrupción tiene sede: Génova 13».
Además, trató de elevar a Podemos como alternativa: «Su tiempo acabó. Hay una España en marcha que pide las riendas de este país».
Sobre Iglesias, los miembros de Podemos alabaron su nuevo perfil «presidenciable», con tono y formas más contenidas, así como los tres ejes de su propuesta: «Reconstruir los diálogos sociales», la batería de medidas contra la corrupción y «demostrar ser el único líder estatal que entiende la realidad plurinacional de España».
Las varias horas que duraron los discursos no aplacaron la defensa de los suyos, que dijeron que lo prolijo de la exposición había sido para «subir el nivel» y para defender con toda profundidad «un proyecto de país», algo que no se puede despachar «en 15 minutos con cuatro chascarrillos».