EL MUNDO – 11/05/16
· El líder de Podemos trata de poner de manifiesto que el socialista rechaza una alianza de izquierdas.
· Garzón, relegado al número cinco de la lista.
Sólo doce horas después de sellar su acuerdo con Izquierda Unida, Pablo Iglesias giró el punto de mira sobre su gran objetivo electoral: el PSOE. El líder de Podemos ofreció a los socialistas un acuerdo para concurrir juntos al Senado en las próximas elecciones. Iglesias puso así a Pedro Sánchez en la tesitura de ser de nuevo quien rechazara un pacto de izquierdas o pacto a la valenciana, en la terminología de Podemos.
La proposición de la formación morada llegó a la sede de Ferraz en forma de carta. Según la misma, una alianza en la Cámara Alta con los socialistas permitiría «desmontar la estrategia de bloqueo del Partido Popular» y acometer, de este modo, lo que a su juicio son «las reformas necesarias».
Sánchez comunicó por teléfono a Iglesias su oposición a una iniciativa que tachó de «operación de marketing». «Tengo cierta experiencia con Iglesias. En muchas ocasiones, cuando envía un mensaje, sé que es para hacer algo ante los medios de comunicación», advirtió.
Con la competencia de Izquierda Unida desactivada por el acuerdo con Alberto Garzón, Pablo Iglesias se ha lanzado a por la pieza de caza mayor: el PSOE. El líder de Podemos propuso ayer a los socialistas concurrir juntos al Senado en todas las circunscripciones posibles. Pedro Sánchez tardó poco en rechazar una iniciativa que pretende visualizar su aislamiento en el flanco izquierdo del arco electoral.
Ante una campaña que se antoja polarizada entre extremos, Iglesias ha cambiado el punto de mira de su estrategia en apenas doce horas. El lunes por la noche logró que Alberto Garzón se aviniera a un pacto que le dará un máximo de entre ocho y nueve diputados en las elecciones del próximo 26 de junio. Además, ayer se conoció que Garzón ha aceptado el puesto quinto en la lista por Madrid, lo que despeja a Pablo Iglesias cualquier competencia en el liderazgo y le evita tener que mover del número tres a Íñigo Errejón, con las tensiones internas que ello hubiese podido provocar.
Ayer ofreció al PSOE confeccionar listas conjuntas para el Senado para lograr una «mayoría progresista» en la Cámara Alta, e impedir que el PP vuelva a revalidar allí la mayoría absoluta que consiguió en los comicios del 20 de diciembre. La oferta es inaceptable para Sánchez pero, en un escenario de confrontación entre izquierda y derecha, le deja en tierra de nadie.
En una carta remitida al Comité Federal y los órganos ejecutivos del PSOE, firmada por el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, Iglesias defiende que unir candidaturas es la única manera de acabar con la mayoría del PP en la Cámara Alta, que de mantenerse, «podría ralentizar sine die el proceso legislativo y obstaculizar las profundas reformas que necesita nuestro país, entre ellas la propia reforma del Senado».
«Esa fortaleza institucional del PP en el Senado no representa la voluntad mayoritaria del electorado, sino un sistema de elección que menoscaba la pluralidad política y tiene nefastas consecuencias sobre la representatividad y la operatividad de la Cámara Alta», denuncia en su misiva.
Podemos plantea la iniciativa como una extensión del pacto a la valenciana. Iglesias bautizó con este nombre a su oferta de acuerdo de Gobierno con el PSOE e Izquierda Unida tras el pasado 20–D. Se trataría de una réplica del pacto que permite mandar a los socialistas en dicha comunidad. La réplica no es tal, porque Podemos no está integrado con PSOE y Compromís en el Ejecutivo valenciano, pero Iglesias sí considera que es una alianza entre las fuerzas «progresistas» «para poder desmontar, así, la estrategia de bloqueo del Partido Popular».
A diferencia del Congreso, en el Senado funcionan las listas abiertas, los candidatos se presentan personalmente con un sustituto, y los electores pueden votar nombres propios de más de un partido. Además, el acuerdo en la Cámara Alta es necesario para acometer cualquier reforma constitucional, como por ejemplo, una que permita un referéndum de autodeterminación en Cataluña.
«Deseamos que esta alianza se fragüe en un espíritu de generosidad, pluralidad y equilibrio, y que tenga en cuenta la diversidad y necesidades de cada territorio», afirman en la formación morada, para añadir que no debe ser un obstáculo para esta alianza la posibilidad de que en algunos lugares no sea posible el entendimiento. Según Podemos, «los resultados de este acuerdo podrían, además de lograr una mayoría progresista en el Senado, ser un factor ilusionante y una piedra de toque para la conformación de un Gobierno progresista y de cambio».
«NO, GRACIAS»
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, mantuvo una conversación telefónica con el líder de Podemos para rechazar su oferta: «No, gracias. El PSOE es un partido autónomo y tiene un proyecto autónomo», afirmó el líder socialista en declaraciones en el programa Las mañanas de Cuatro.
Convencido de que esta oferta no es más que una «operación de marketing para decir que el PSOE no quiere entenderse con Podemos», Sánchez recordó a Iglesias que tuvo «una extraordinaria oportunidad» de acabar con el PP el pasado mes de marzo, cuando votó en contra de su investidura en dos ocasiones.
«Tengo cierta experiencia con Iglesias. En muchas ocasiones, cuando envía un mensaje sé que es para hacer algo ante los medios», le reprochó, al tiempo que garantizó que un partido como el PSOE «no se presta a una sopa de letras».
Tras recalcar que para Iglesias «su prioridad es su sillón», se ha mostrado convencido de que la coalición que ha formado con IU no ganará, porque «los extremos no son mayoritarios en la sociedad española». Según Sánchez, los españoles lo que quieren es un cambio «moderado» y «sensato» con él al frente, en el que se produzcan «acuerdos transversales» y un entendimiento con las fuerzas de izquierdas y con algunas de derechas».
EL MUNDO – 11/05/16