EL MUNDO – 08/04/16
· El partido de Rivera rechaza por «excluyente» una oferta que no renuncia ni al derecho a decidir ni a disparar el gasto.
· El PSOE no descarta negociar sólo con Podemos si Ciudadanos se levanta de la mesa.
La mesa de negociación a tres entre el PSOE, Ciudadanos y Podemos quedó ayer sentenciada a la primera en una suerte de muerte en diferido y a la espera de que la formación morada decida hoy si se levanta o no definitivamente de su silla.
El partido de Pablo Iglesias rechazó suscribir el pacto firmado entre el PSOE y Ciudadanos y presentó a ambos una contraoferta que, más que acercar posturas, dinamitó absolutamente la negociación. Entre los 20 apartados de su documento, Podemos incluye –al menos– dos asuntos inasumibles para sus interlocutores: la aceptación del derecho de autodeterminación para Cataluña –y otras «naciones»– y la conformación de un Gobierno de coalición entre distintas fuerzas de izquierda, apartando deliberadamente de él al partido de Albert Rivera. Ciudadanos descartó, por «excluyente», la oferta de Podemos, y el PSOE se aferró a que el acuerdo «es muy difícil, pero aún es posible».
Los dos partidos emergentes se sentaron ayer por primera vez a negociar más de tres meses después de las elecciones generales. El PSOE consiguió reunir durante más de dos horas a Pablo Iglesias con los portavoces de Ciudadanos. Pero sirvió de poco. Las dos formaciones constataron que comparten «poco espacio para el acuerdo» y acercaron la repetición de las elecciones.
Los representantes de Podemos, encabezados por Pablo Iglesias, llegaron con un documento bajo el brazo: 20 propuestas para desbloquear la situación política y posibilitar un Gobierno de cambio. Sin embargo, sus 15 páginas suponen el derribo de algunos pilares fundamentales del acuerdo que cerraron PSOE y C’s para investir a Pedro Sánchez.
Como resumió el líder de C’s, Albert Rivera, «Podemos confirma lo que se esperaba: quería dinamitar el #AcuerdoReformas y vuelve a pedir la mitad del Gobierno con apoyo de separatistas».
De nada sirvieron las anunciadas «cesiones» de Podemos en asuntos económicos o sociales contenidos en los 20 puntos del documento de la formación. La sola presencia del derecho a decidir y la coalición de Gobierno excluyendo a Ciudadanos imposibilita cualquier pacto entre los tres. Por mucho que Podemos juegue a «desplazar» la discusión del referéndum catalán a una negociación paralela en Cataluña para salvar el «bloqueo de las posiciones».
Iglesias considera que deben ser el PSC y En Comú Podem –la confluencia catalana de Podemos– quienes aborden una negociación para encontrar una solución al conflicto territorial. En paralelo, el PSOE, Ciudadanos y Podemos deberían comprometerse a «asumir como propio» el acuerdo que ahí se alcanzase.
Esa negociación catalana también excluye a Ciudadanos, pese a que es un partido con gran implantación en Cataluña y la segunda fuerza en el Parlament, donde Inés Arrimadas ejerce de líder de la oposición al Gobierno de Carles Puigdemont.
Si Ciudadanos tenía pocos motivos para sumarse a la propuesta, el último punto del documento daba el remate definitivo a cualquier posibilidad de acuerdo. Podemos plantea que el Gobierno que salga de esta negociación debe ser una coalición de las fuerzas de izquierdas sin Ciudadanos, que se situaría –en esa hipótesis– como un apoyo externo sólo desde el Parlamento. «Ni pintamos nada, ni estamos invitados ni queremos estar», resumió amargamente José Manuel Villegas, jefe de los negociadores de Ciudadanos.
La reacción de Podemos tras las más de dos horas de reunión fue sintomática del rechazo que se encontró en la sala Lázaro Dou. Iglesias canceló la rueda de prensa prevista y cualquier valoración y mantuvo un clamoroso silencio. Esto aviva la posibilidad de que ponga hoy punto y final a esta vía de interlocución para apostar definitivamente por la repetición de elecciones.
Iglesias reúne hoy a su grupo parlamentario antes de comparecer. En el mismo se incluyen la confluencia catalana de En Comú Podem y la gallega de En Marea. En ese encuentro se tomará la determinación de si continúa en la mesa.
Los portavoces del PSOE, Antonio Hernando, y de Ciudadanos, José Manuel Villegas, agradecieron «la franqueza y la claridad» de Podemos. Pero ambos destacaron que el documento de Iglesias contiene aspectos inasumibles y totalmente incompatibles con el pacto firmado por Pedro Sánchez y Albert Rivera.
Villegas destacó que Podemos no pretende «mejorar» o «ampliar» el acuerdo del PSOE y Ciudadanos, sino «sustituir» sus 200 medidas por su documento con 20 propuestas. Además, como explicó el portavoz naranja, Iglesias les dejó claro que ese acuerdo «está en vía muerta», algo que ni los socialistas ni C’s aceptan.
El portavoz de C’s resumió que, a día de hoy, «la perspectiva es que no haya acuerdo», pero no lo quiso «descartar absolutamente». Eso sí, éste tendría que venir de una «rectificación» de la formación morada: «No lo descartamos absolutamente; vamos a llamar a Podemos a rectificar. Y la única rectificación que cabe es apoyar el pacto del PSOE y C’s».
El Partido Socialista se quedó así solo en su optimismo –cada vez más raquítico–. Como explicó Antonio Hernando, el acuerdo a tres «es muy difícil, pero aún es posible». Sin embargo, los socialistas no consiguieron siquiera el compromiso de los dos emergentes de volver a sentarse en la mesa.
La estrategia de los socialistas es «estirar al máximo» el acuerdo con C’s para conseguir un pacto a tres, lo que Hernando llama «la vía de los 199», por los votos que suman las tres formaciones. Ésta es, resaltó, «la única vía posible» para conseguir un «proyecto plural y de cambio» que trascienda el interés partidista de las tres formaciones políticas.
Pero si esta vía a tres fracasa porque Podemos o Ciudadanos la abandonan –como parece que va a ocurrir–, Antonio Hernando no quiso descartar ningún escenario ante las preguntas de los periodistas. No quiso descartar que el PSOE esté dispuesto a comenzar una negociación sólo con Podemos para avanzar en un pacto de Iglesias, en el caso de que C’s se levantara. Y tampoco descartó, preguntado expresamente, una investidura en la que Sánchez pueda ser elegido con otros apoyos distintos a los de Ciudadanos o Podemos.
El documento de Podemos contiene «cesiones» en sus exigencias de partida en asuntos de índole político y socieconómico, pero aún mantiene serios obstáculos muy difíciles de cuadrar con el pacto PSOE-Ciudadanos. Por ejemplo, en lo relativo a la inversión pública, Iglesias apenas disminuye un tercio del aumento del gasto –de 96.000 a 62.000 millones– y, en relación a la reducción del déficit, propone una disminución lejana a los objetivos dictados por Europa.
No obstante, hay otros elementos a tener en cuenta. Por ejemplo, renuncia a volver a la jubilación a los 65 años –pide estudiarlo en el futuro– y a suprimir el copago farmacéutico –demanda revisarlo bajo criterios de necesidad y cronicidad–. También descarta subir los tipos nominales del IRPF y el Impuesto de Sociedades a cambio de que se paguen los tipos efectivos, o sea, eliminando muchas de las deducciones actuales. Asimismo, rebaja 50 euros su aumento del salario mínimo, siendo partidario de subirlo a 900, y acepta la reforma laboral del PSOE.
EL MUNDO – 08/04/16