EL MUNDO – 29/04/17
· Busca un acercamiento invitándolo a que ponga candidato para su moción de censura.
· Pablo Iglesias aumenta la presión sobre el PSOE a medida que pasan las horas del anuncio de Podemos de presentar una moción de censura contra Mariano Rajoy.
Sin embargo, ese mismo paso de las horas no despeja las numerosas incógnitas de la propuesta, entre ellas, una tan crucial como despejar quién sería el candidato alternativo al presidente del Gobierno u otra, que ya queda aún mucho más lejos, como saber cuál sería su programa de gobierno. «Lo fundamental no es el candidato», repiten los dirigentes de Podemos en público y en privado para esquivar estas cuestiones y mantener la tensión de que la moción de censura no está ya muerta.
El primer problema con el que tiene que lidiar ahora Podemos es el de revertir la abrupta acogida que su iniciativa unilateral ha tenido entre los distintos partidos de la oposición. La mayoría se posicionaron el jueves en contra por muchos motivos, pero además están enfadados y con la sensación de volver a sentirse atropellados por la manera en la que se les comunicó la moción: «una llamada» o «un SMS 15 minutos antes» de la rueda de prensa de Iglesias y los dirigentes de su grupo parlamentario.
En este ambiente, Iglesias aplicó ayer la estrategia de la zanahoria y el palo, sobre todo con el PSOE, el partido que se siente más atacado por la moción por presentarse en pleno proceso interno de primarias y por destilar –dicen– una estrategia que sólo tiene la pretensión de desgastarle y tensar sus costuras.
El líder de Podemos intentó suavizar las formas del primer día mostrando una disponibilidad y una flexibilidad insólitas, y que nada tienen que ver con la rígida postura política que mostró durante las negociaciones de investidura. Hace un año, su posición truncó la posibilidad de un presidente socialista, cuando exigió inflexiblemente, entre otros requisitos, un gobierno de coalición y la vicepresidencia de éste. Ayer, en cambio, prometió que si el PSOE y Ciudadanos «asumen trabajar» para hacer triunfar la moción de censura, Podemos no pondrá «problema» a los nombres que propongan. «Que planteen los candidatos que quieran», llegó a decir en una entrevista en Radiocable.
Más tarde repitió la oferta, pero sólo se la dirigió al PSOE. «Si rectifica y apoya la moción de censura, que proponga el candidato», manifestó.
En paralelo, Podemos lanzó también el globo sonda de que el candidato, que hay que presentar sí o sí porque lo obliga la Constitución, pudiera ser una persona independiente. Sin adscripción a ningún partido y que pudiera generar un consenso entre las fuerzas de la oposición. «El nombre tiene que surgir de un acuerdo conjunto. Puede ser que no sea diputado», planteó Xavier Domènech, portavoz de En Comú Podem.
Pese a escenificar flexibilidad, Podemos también está sacando a relucir su lado más duro para meter presión a los socialistas, arremetiendo contra ellos por «cerrar filas en torno a Rajoy»; «es traicionar a España y a los españoles».
No por esperada, la respuesta del PSOE ha molestado enormemente a Podemos. Sobre todo por la contundencia de las palabras que arrinconaron en un callejón sin salida la moción de censura nada más poner un pie en la calle. «Rajoy tocó ayer el silbato y los partidos [PSOE y Cs] salieron a defenderle», criticó Iglesias.
También Irene Montero se despachó contra los socialistas, a quienes acusó de «secuestrar» el Parlamento por rechazar su propuesta de un pleno monográfico sobre corrupción para apostar por las comparecencias en una comisión de investigación. Más tensión para cualquier acuerdo.
EL MUNDO – 29/04/17