Jesús Cuadrado-Vozpópuli

El desarme moral de gran parte de la sociedad española durante estos años es impresionante

Pues sí, señor Page, su partido favorece el racismo. Como todos los mercenarios, los sanchistas se implican en causas en función de a quién sirven, no tienen bandera propia. ¿Sorpresa? Es el socialista Salvador Illa el que gestiona esas políticas xenófobas desde el gobierno autonómico catalán. Entre traición y traición a la España constitucional, se hace fotos con el Rey como simple artimaña para engañar a los electores catalanes contrarios a la independencia. De hecho, medido por avances concretos,  el “procés” nunca llegó tan lejos como con él de president.

El último acuerdo entre PSOE y Junts no es un pacto entre iguales, es un acto de sumisión ovina de los socialistas. El contenido ya estaba previsto en la agenda soberanista. En su auto de procesamiento del 1-O, el magistrado Pablo Llarena fijó el inicio del “procés” en el momento del encargo a expertos de un Libro Blanco para la Transición Nacional acordado por ERC y CiU. Aprobado en 2014, en ese texto se encuentra lo que el juez del TS califica como “la pieza ideológica central” de la conspiración independentista. Ahí está todo, incluido lo que ahora han pactado los camaradas del señor Page sobre inmigración y fronteras.

El texto que Patxi López firmó como un borrego en nombre del Partido Socialista es parte del informe número 17 del Libro Blanco, el denominado “seguridad y defensa” de la futura República Catalana. Con precisión, se describe cómo debería articularse un periodo transitorio en el que Guardia Civil y Policía Nacional formarían a los Mossos con el fin de organizar “unidades propias” para el control de fronteras, puertos y aeropuertos, embrión del sistema de seguridad de una Cataluña independiente. No es anticonstitucional que las policías cooperen, dice el mequetrefe Sánchez. Depende para qué fin, “doctor”.

Inmigración y control de fronteras figuran en todos los países serios en el catálogo de riesgos y amenazas a su seguridad y es inconcebible que a un dirigente político democrático se le pueda ocurrir prescindir de esa responsabilidad

En esa hoja de ruta del independentismo, que ha asumido íntegramente el PSOE como propia, se contemplan dos vías posibles para el proceso de secesión, una basada en la “cooperación con España” y otra por las bravas. Illa y Sánchez les están regalando la primera, la preferida por el independentismo, como tienen escrito en su libro de instrucciones. Para una correcta “desconexión” necesitarían transferencia de información y trabajo conjunto con el “Estado español” para evitar amenazas transfronterizas, se puede leer en el manual. Especialmente, en materia de inmigración, que en la biblia del independentismo se incluye, obviamente,  en el apartado “seguridad y defensa”.

Lo inaudito es que el responsable del Consejo de Seguridad Nacional, el presidente del Gobierno, ceda la competencia de la política migratoria. Y, para mayor inri, a racistas que utilizan la lengua como arma contra españoles. Inmigración y control de fronteras figuran en todos los países serios en el catálogo de riesgos y amenazas a su seguridad y es inconcebible que a un dirigente político democrático se le pueda ocurrir prescindir de esa responsabilidad. Ir contra la Estrategia de Seguridad Nacional española es un acto de traición de primer grado. ¿Qué está pasando en España?

Anótense ya las próximas cesiones que firmaría Patxi: control de armas, servicios de inteligencia, ciberseguridad, registros de identidad, control del espacio aéreo y…¡la seguridad exterior! Con Illa al frente, por la vía de la cooperación con el “Estado español”

Para mí es un enigma que, tras siete años de subordinación socialista a este guion, aún confundan a tantos. Se lee en editoriales de medios no sanchistas -incluso antisanchistas- cosas como esta: “Cataluña ha ganado en estabilidad y seguridad jurídica con Salvador Illa al frente de la Generalitat”. ¿Es un chiste? Al ritmo actual de cesiones anticipadas en el Libro Blanco de la “desconexión”, si la opinión pública española sigue anestesiada, en dos años más, anótense ya las próximas cesiones que firmaría Patxi: control de armas, servicios de inteligencia, ciberseguridad, registros de identidad, control del espacio aéreo y…¡la seguridad exterior! Con Illa al frente, por la vía de la cooperación con el “Estado español”. ¿No es extraordinario?

El desarme moral de gran parte de la sociedad española durante estos años es impresionante. Escribí en 2012 en El País un artículo titulado “El Ejército de Cataluña” que el diario incluyó en un libro –Cataluña: derecho a discutir– en el que la posición editorial de Prisa no podía ser más militante contra el golpismo independentista. Aún en 2017, se podían leer en el diario titulares como “Mitos y falsedades del independentismo”, en contradicción absoluta con la posición actual de quienes escribían eso. En el trabajo mercenario contra la España constitucional han tenido un éxito inapelable; han logrado que medio país banalice que el Gobierno de España siga literalmente la hoja de ruta del secesionismo, contra España.

¿Mercenarios del independentismo en el Consejo de Ministros? ¡Porca miseria!