Mercedes González es diputada del PSOE. Antes fue directora general de la Guardia Civil en el último cargo que el PSOE puso al servicio del envilecimiento del instituto armado, después de Luis Roldán y de María Gámez. ¿Cómo extrañarse de la iniquidad con que Marlasca trató al coronel Pérez de los Cobos? El pasado viernes dejó constancia en la entrevista de Susanna Griso en ‘Espejo Público’. Por primera vez la periodista me pareció una versión femenina de San Francisco de Sales, al convertir su testimonio en lo que Marsé llamaría “un remoto espejismo traspasado por el aullido azul de la verdad”. La infame ex directora general dijo que “según el sumario hubo un contacto de Koldo con Miguel Tellado”. La periodista le hizo ver que no, que eso era una grabación de Koldo García, sabedor de que le estaban escuchando. “Malabarismos sobre el vocabulario”, calificaba la corrompida diputada, que no se ahorró ninguna vergüenza por desactivada que estuviera: el hermano de Ayuso, Tellado pactando con Koldo el decaimiento del caso mascarillas, Alberto como Feijóo, la foto con Marcial Dorado y algunas indecencias más que fueron escrupulosamente seguidas por media docena de portavoces socialistas. Y por los periodistas afines, claro.

La sanchista recurrió a las frases hechas: ‘el PSOE es incompatible con la corrupción’, ‘todos no somos iguales’ y asombrosas redundancias, ‘los hechos son palmarios y claros’, (palmario quiere decir claro) con las cuales se negaban los hechos en nombre de los prejuicios.

Los hechos son incontestables: Armengol pagó a la trama seis días después de que sus técnicos comprobaran la inutilidad del material, cuando la tardanza media del Govern en los pagos era de 40 días. El subdirector de compras balear advirtió de la misma el 28 de abril, dos días después de recibir el material. Se pagó a la empresa de Koldo el 5 de mayo. El Centro de Medios de Protección confirmó la falta de idoneidad y ordenó la retirada del género. En junio hizo una petición, con un formulario falseado, para que la compra fuese sufragada con  fondos europeos. En agosto de 2020, con las mascarillas ya arrumbadas en una nave de Sanidad, Armengol expidió un certificado de idoneidad del material.

La presidenta del Congreso no tuvo prisa por reclamar los 3,7 millones estafados, presuntamente, por la empresa de Koldo García, porque no lo hizo hasta tres años después, tras las elecciones del 28 de mayo de 2023, la víspera de que la sucediera Marga Prohens, el 7 de julio. Y por supuesto, la reclamación, aun tardía, a la trama no ha decaído y seguirá su curso.

Esto es lo que hay. Mercedes González tiene pendiente una dimisión que se ha trabajado mucho. Antes de llegar a Sánchez, el líder de la trama, también deben caer Santos Cerdán y Francina Armengol. Si han sido capaces de envilecer a la Guardia Civil, por qué se iban a cortar ante el trámite de envilecer la Presidencia del Congreso con una tercera autoridad del Estado tan indigna.