EL CORREO 26/03/13
· Sostiene que su rechazo al tercer grado para tres reclusos disidentes de la banda es sólo un hecho ocasional, que justifica porque «no procedía»
El Ministerio del Interior rechazó ayer que su decisión de no otorgar el tercer grado a tres presos disidentes de ETA integrados en la denominada ‘vía Nanclares’ suponga dar por finiquitada la aplicación de beneficios penitenciarios para este colectivo. Fuentes del departamento dirigido por Jorge Fernández Díaz señalaron a este periódico que las decisiones adoptadas sobre Kepa Pikabea, Iñaki Rekarte y Aitor Bores tenían un carácter ocasional, que sus peticiones habían sido denegadas simplemente porque «no procedían» y que, si se ponen en marcha nuevos procedimiento, se estudiarán.
La conocida como ‘vía Nanclares’ fue potenciada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con la intención de fomentar las deserciones en ETA y dividir al colectivo de presos. Los etarras que manifestaban su ruptura con la organización terrorista podían acogerse a diversos beneficios penitenciarios y eran internados en la cárcel alavesa de Nanclares de Oca. Una vez cerrada, los disidentes fueron recluidos en el nuevo centro de Zaballa.
Sin embargo, la decisión de la banda de decretar el cese definitivo de su actividad armada en octubre de 2011 generó un fuerte debate sobre su utilidad. De hecho, durante los últimos meses, el ministerio de Fernández Díaz ha rechazado varias solicitudes para suavizar el régimen penitenciario de diversos etarras incluidos en este colectivo. La encargada de proponer la aplicación de los beneficios es la Junta de Tratamiento de la prisión, pero quien tiene la última palabra es la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dirigida por Ángel Yuste.