EL MUNDO 20/06/13
Interior ha detectado una «campaña» de la «izquierda radical abertzale» contra los 4.580 policías y guardias civiles destinados en el País Vasco y los 2.406 que trabajan en Navarra, en un contexto en el que Sortu y sus socios han activado todos sus resortes para lograr uno de sus objetivos: la «desmilitarización de Euskal Herria».
No existe ya para los policías y los guardias civiles la amenaza de atentados terroristas –todos los informes de los distintos servicios de información coinciden en que la banda no está operativa–, pero cualificados mandos de las Fuerzas de Seguridad del Estado temen acciones de «hostigamiento» contra los agentes por parte del entorno «radical», que está empleando en las últimas semanas todas sus armas institucionales y políticas para conseguir el que siempre ha sido uno de sus principales objetivos.
Un texto oficial advierte: «Durante estos días está teniendo lugar en la Comunidad Autónoma Vasca y en la Foral de Navarra una campaña promovida por la izquierda radical abertzale en contra de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad [del Estado], en la que bajo el lema Alde hemendik (Que se vayan) se pueden realizar actos de hostigamiento contra funcionarios policiales».
Se trata de una circular firmada por el jefe de operaciones del Cuerpo Nacional de Policía en Navarra, texto que ha sido distribuido ya a «todas las unidades» y en el que se pide a los agentes, además, que extremen las medidas de seguridad.
El documento, fechado y firmado por este comisario el pasado lunes 17 de junio y al que ha tenido acceso EL MUNDO, exige en mayúsculas a los policías de Navarra «el ESTRICTO CUMPLIMIENTO de las medidas de autoprotección, tanto durante el servicio como fuera de él, especialmente en las unidades que prestan servicio de uniforme». Esa instrucción interna, asimismo, pide a los uniformados que, «durante las patrullas», tengan especial cuidado en «detectar posibles actos propagandísticos», entre los que enumera «concentraciones», «siembra de planfletos», «realización de pintadas» o «colocación de pancartas».
Las fuentes consultadas matizan que la circular, en principio, se circunscribe a Navarra y a la Policía, pero confirman que se han sucedido acciones político-reivindicativos abertzales durante las últimas semanas para exigir la salida de las FSE en ambas comunidades autónomas.
Se refieren, en concreto, a la lista de actos organizados por colectivos afines a la izquierda abertzale en localidades vascas y navarras en las que están asentados cuarteles o comisarías como Llodio, Durango o Leiza. De hecho, el pasado sábado se fijó como jornada de «movilización nacional» contra las «fuerzas que ocupan Euskal Herria», precedida por la iniciativa presentada el jueves por EH Bildu en el Parlamento Vasco con el mismo objetivo.
Policía y Guardia Civil, que habían dotado para combatir la amenaza terrorista sus servicios de información y equipos de intervención, mantienen un despliegue próximo a los 4.580 efectivos en Álava, Vizcaya y Guipúzcoa. Sumados a los 7.900 ertzainas, 100 miñones–dependientes de la Diputación de Álava– , 3.000 policías locales y el personal de aduanas, convierten al País Vasco en la región europea con más policías por habitante.
Con este argumento, el Gobierno vasco del PNV ha insistido en la necesidad del «repliegue» hasta ajustar el contingente de las FSE a las competencias limitadas que les atribuye el Estatuto y así se lo ha trasladado al Ministerio del Interior la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia. EH Bildu se avino a esta tesis y apoyó en la Cámara la pasada semana una resolución de los nacionalistas con esta petición, aunque en sus argumentos los independentistas sí fueron un paso más allá y compararon a las FSE con las fuerzas represoras de territorios coloniales.