LA RAZÓN, 8/6/12
Solicita a los expertos que estudien las posibilidades jurídicas para ello
MADRID- «Un deber moral». El ministro del Interior, Jorge Fernández, definió así la disposición de su Departamento para que los vascos que huyeron a causa del terrorismo de ETA puedan volver a votar en su comunidad autónoma y puntualizó que esta iniciativa no mira hacia las próximas elecciones sino hacia las «próximas generaciones». «Que nadie piense que estamos pensando en las próximas elecciones, decir eso sería mezquino. El Gobierno no va a frivolizar con este asunto», aseguró el titular de Interior durante la inauguración del seminario «Residencia y derecho de sufragio. Análisis del caso vasco», ante el grupo de expertos del Centro de Estudios Políticos y Constitucional, que el Ministerio ha convocado para estudiar las posibilidades jurídicas de esta iniciativa.
Fernández habló de justicia y reparación con el fin de «tutelar» el libre ejercicio de los derechos «frente a cualquier forma de coacción, un deber para cualquier gobernante». Para ello, pidió a los expertos que se tomen «todo el tiempo que sea necesario» para fijar su posición y que aborden el tema «desde la serenidad y la reflexión jurídica, sin apasionamiento ni precipitación». «El Estado siempre ha sabido dar una respuesta a la altura de las expectativas de quienes anhelan la paz», indicó el ministro, quien apuntó que no es más difícil esto que la ley de partidos con la que se contribuyó a derrotar a la banda terrorista ETA. «Debemos plantearnos la forma de reparar el silencio forzoso impuesto por la violencia». El Gobierno considera una cuestión de «Justicia» reparar el daño causado en ese tiempo, contemplando el daño en todas sus dimensiones, y una de ellas es «la mutilación de los derechos políticos de quienes se vieron obligados a salir del País Vasco huyendo de la violencia, la amenaza y la coacción». Fernández destacó que si la «libertad de residencia se ve cercenada por el terrorismo, también los derechos políticos sufren una brutal agresión». Para Interior, lo importante no es saber «cuántos» no han podido votar en el País Vasco por la tiranía de ETA sino constatar la importancia cualitativa que para una sociedad democrática tiene este hecho. Además, apuntó a la importancia de «explicar el pasado con rigor».
LA RAZÓN, 8/6/12