Interior destaca el ‘golpe muy duro’ a la logística de ETA, aún activa en Francia

EL MUNDO, 27/6/12

Fernández destaca el historial ‘especialmente sangriento’ de Ugaitz Errazkin
Asegura que José Javier Osés es un ‘alumno aventajado’

El ministro del Interior, Jorge Fernández, ha destacado hoy que ladetención de dos presuntos etarras en Francia supone un «golpe muy duro» para la estructura logística de ETA que, aunque muy diezmada, mantiene actividad en suelo francés.

Fernández ha subrayado el historial «especialmente sangriento» de Ugaitz Errazkin, a quien se relaciona con los asesinatos del ex concejal del PSE Isaías Carrasco y el empresario Inaxio Uría.

Sobre el otro detenido, José Javier Osés Carrasco, que cuenta con una larga experiencia en la ‘kale borroka’ y ha estado detenido y procesado por su participación en cerca de cuarenta actos de violencia callejera cometidos en Pamplona entre 2004 y 2007, el ministro ha señalado que se trata de un «alumno aventajado».

Fernández ha informado de que los dos etarras iban armados y de que en el garaje de la vivienda en la que han sido detenidosguardaban un coche robado con matrículas falsas.

El titular de Interior ha explicado que la estructura logística de ETA, de la que formaban parte, continúa activa en la clandestinidad y se dedica a guardar los zulos donde almacenan las armas y a poner en contacto a los militantes en la clandestinidad.

«Cuando decimos que ETA se tiene que disolver por las buenas o por las malas hablamos muy en serio», ha asegurado el ministro, que ha dejado claro que las Fuerzas de Seguridad van a seguir trabajando hasta que la organización deje de existir.

Preguntado por si no resulta una contradicción que se hayan practicado estas dos detenciones mientras se pone en marcha el plan de retirada de escoltas anunciado por el Ministerio del Interior, Fernández ha dicho que es «compatible», ya que ha quedado acreditado el cese de la violencia de ETA al tiempo que no se dan las circunstancias para mantener actualmente esos servicios de protección.

EL MUNDO, 27/6/12