EL MUNDO 30/05/14
· Custodiarán edificios públicos hasta que se decida si intervienen en Can Vies
Desde el Ministerio del Interior no quieren esperar hasta el último momento. En una decisión estratégica, rápida y sorprendente, ha decidido reforzar la presencia de unidades antidisturbios en Cataluña. En las últimas horas han llegado a la capital catalana más de 300 agentes de las Unidades de Intervención de la Policía Nacional.
La seguridad ciudadana está totalmente transferida por el Estado a la comunidad catalana, a los Mossos. El movimiento del Ejecutivo está enmarcado en la ola creciente de violencia de los movimientos antisistema en Can Vies. Además, en el Ministerio del Interior han detectado mucho malestar interno entre el colectivo de los Mossos por los movimientos soberanistas.
La decisión de enviar policías a Barcelona no está consensuada entre los gobiernos central y autonómico. Ha sido una decisión unilateral del Ministerio del Interior.
La intención es clara: tener desplegados en la zona un importante número de agentes especializados en recuperar el orden público por si los agentes de la Policía autonómica necesitan ayuda en sus actuaciones.
Sólo si la Consejería de Interior de Cataluña contacta con el Ministerio del Interior o con la Delegación del Gobierno, los agentes de la Policía Nacional podrían participar en el despliegue de seguridad y dar cobertura a los Mossos.
Fuentes policiales explicaron a EL MUNDO que esta decisión se adoptó de forma urgente ante las informaciones que estaban recibiendo de que los disturbios iniciados tras el desalojo de una casa municipal podían crecer de forma exponencial, salpicar a otras zonas de la capital catalana, de forma que los Mossos se pudieran ver desbordados.
Porque, como recuerdan estas fuentes, los incidentes han ido creciendo horas después de que el director general de los Mossos presentara su dimisión «por motivos personales». Los operativos entendieron que esos relevos en la policía autonómica podrían provocar desconcierto y hasta descoordinación policial en unos momentos muy delicados.
No obstante, al menos de momento, desde el Gobierno catalán no se tiene la menor intención de reclamar ayuda a la Policía Nacional. Considera que tiene la situación controlada y que tiene el despliegue y los efectivos suficientes para sofocar los actos vandálicos de los antisistema.
No obstante, el Ministerio del Interior ha decidido dejar en situación de guardia a esos 300 policías nacionales. Mientras espera a que el Ejecutivo catalán les reclame, los agentes allí desplazados realizan vigilancia en edificios del patrimonio del Estado. Es decir, habrá una mayor presencia de agentes de la Policía Nacional en Barcelona.
Los agentes de las UIP se han desplazado a Barcelona desde distintos puntos de la geografía española.
El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, señaló que la competencia de la seguridad ciudadana en Barcelona corresponde al Gobierno de la Generalitat y a la Policía autonómica, pero ofrece «cualquier colaboración» si la necesitaran para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Cosidó señaló que la Policía Nacional, a través de la Delegación del Gobierno, ha hecho ese ofrecimiento. Añadió que, como director de la Policía, valora «mucho» el trabajo que hacen otras fuerzas y cuerpos de seguridad. «Somos conscientes de lo difícil que es a veces la misión que la ley nos encomienda; garantizar la convivencia, los derechos y las libertades ciudadanas, la seguridad, en definitiva, no es una tarea fácil».