Interior exige una declaración de disolución a ETA porque «no basta con entregar las armas»

EL CORREO, 8/2/12

El Gobierno advierte de que «nunca se sentará» con la banda, mientras Rufi Etxeberria emplaza a «todas las partes» a abordar el desarme

El Gobierno de Mariano Rajoy confirmó ayer que las conversaciones con ETA y el acercamiento de sus presos no entran dentro de sus prioridades en la hoja de ruta para gestionar la desaparición definitiva de la violencia. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, subrayó que el Ejecutivo «nunca, nunca, se sentará con la banda» terrorista, en un eventual diálogo para buscar la renuncia efectiva a las armas y una salida a la situación de sus reclusos. Mientras, el titular de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, reiteró que el gabinete de Rajoy no estudiará un hipotético traslado de los internos a cárceles próximas al País Vasco «ni ahora ni en el futuro».

LAS DECLARACIONES
JORGE FERNÁNDEZ DÍAZ | MINISTRO DEL INTERIOR
«Es necesaria una declaración muy solemne de ETA para verificar que deja de existir»
RUFI ETXEBERRIA | IZQUIERDA ABERTZALE
«El desarme y todas las consecuencias del conflicto se deben superar hablando»

Frente a las peticiones de Interior para que la organización terrorista y la antigua Batasuna den pasos unilaterales tendentes a consolidar el nuevo escenario, el dirigente de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria insistió ayer en que «todas las partes» deberían implicarse «en el desarme». Etxeberria realizó un llamamiento a la participación para abordar lo que denominó «las consecuencias del conflicto».

El Gobierno del PP y la antigua Batasuna cruzaron ayer hojas de ruta radicalmente distintas para encarar el cese definitivo del terrorismo, anunciado por ETA el pasado 20 de octubre. El ministro del Interior elevó el listón de la exigencia en su diagnóstico de cómo la banda terrorista debería plasmar el adiós a las armas para siempre. Fernández Díaz aclaró que al Ejecutivo de Rajoy «no le basta sólo con un acto de entrega de armas» y exigió a la organización terrorista una declaración «muy solemne, formal y seria» que acredite su disolución y la haga verificable. De no ser así, el ministro alertó del peligro de que la banda pueda «seguir existiendo y acabar rearmándose».

Matización a Gallardón

Fernández Díaz rechazó de plano la posibilidad de que el Ejecutivo «se siente con una organización terrorista» para abordar lo que los promotores de la denominada Declaración internacional de Aiete llaman cuestiones «técnicas», en alusión a presos y desarme. «Es impensable», remarcó el ministro, a pesar de que el Gobierno de José María Aznar celebró formalmente una reunión exploratoria con ETA en 1999, durante la tregua de Lizarra.

El ministro ratificó que la única hoja de ruta que baraja el gabinete de Rajoy es la ley y que el final irreversible de la violencia se conseguirá con «la unidad» de los partidos, la «eficacia» policial, la colaboración internacional y el referente «ético» de las víctimas del terrorismo. Incluso, llegó a matizar a Gallardón al remarcar que la política penitenciaria compete a Interior, mientras que dejó en manos del Ministerio de Justicia la concesión de eventuales indultos o medidas de gracia.

En cualquier caso, Fernández Días recordó que el Gobierno solo contempla medidas de reinserción individualizadas, siempre que el preso «se arrepienta y pida perdón». Es decir, la ‘vía Nanclares’, hasta ahora minoritaria dentro del colectivo de reclusos de la banda terrorista.

Por su parte, la izquierda abertzale subrayó que, a su juicio, «es imprescindible» la participación de «todas las partes» para que se pueda producir «un proceso que no deje dudas». «El desarme de ETA y todas las consecuencias del conflicto se deben superar hablando», declaró Rufi Etxeberria a Euskadi Irratia. En su opinión, «es necesario» que el Gobierno y la banda «acepten a un tercero como testigo», y no descartó para esta tarea el Grupo Internacional de Contacto que lidera el abogado sudafricano Brian Currin.

El exmahaikide censuró al PP por mantenerse «en el muro del ‘no’», a pesar de que dijo ver «matices positivos» en las filas de este partido en Euskadi. El portavoz de la izquierda abertzale reivindicó el reconocimiento de «todas las víctimas» porque cada una de ellas «merece su verdad».

EL CORREO, 8/2/12