DIARIO VASCO, 20/2/12
Responde en bloque a las cartas que enviaron los reclusos del EPPK. El ministro explica que pretendían «engañar y cometer un fraude de ley» y refuerza la vía Nanclares
Los presos de ETA que no muestren arrepentimiento ni pidan perdón a las víctimas seguirán sin ser acercados a Euskadi. Instituciones Penitenciarias ha contestado negativamente a los centenares de cartas que reclusos enviaron a los directores de sus prisiones pidiendo beneficios como la excarcelación o el acercamiento a prisiones de la Comunidad Autónoma Vasca o Navarra, según fuentes de este departamento. Estas misivas se enmarcaban en una campaña de presión llevada a cabo por el Colectivo de Presos de ETA (EPPK) tras la firma de la declaración de Gernika y en ninguna de ellas se pedía perdón a las víctimas o se manifestaba ruptura alguna con ETA, según el Gobierno. El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, argumentó ayer la negativa a las cartas de los presos porque, a su entender, con ellas pretendían «burlarse, engañar y cometer fraude de ley», dijo a la salida del congreso del PP en Sevilla.
Según fuentes consultadas por Europa Press, desde Instituciones Penitenciarias se elaboraron dos respuestas tipo: Una de ellas para los presos que pedían ser excarcelados argumentando que ya habían cumplido su condena y otra para los que pedían ser acercados. Sin embargo, tanto unos como otros han recibido la misma respuesta negativa a sus misivas.
En esta contestación, Instituciones Penitenciarias se ha limitado a recordar a los internos de la banda la actual legislación penitenciaria e indicarles que los beneficios en prisión dependen de los dictámenes emitidos por la Junta de Tratamiento de las correspondientes cárceles, encargadas de evaluar el comportamiento de los reclusos de la organización.
Con esta respuesta negativa en bloque, el Ministerio del Interior envía una nueva señal al EPPK. Al tiempo que impulsa la ‘vía la Nanclares’ -como se escenificó con la concesión de un tercer grado al preso Pérez de Nanclares-, cierra la puerta a todo lo que no sean reinserciones individuales que partan de una ruptura con la banda y una petición de perdón expresa a las víctimas del terrorismo.
Estrategia global
El envío masivo de cartas a las direcciones de las prisiones fue una estrategia puesta en marcha por el EPPK después de que el colectivo integrado por cerca de 550 internos anunciase su adhesión a la Declaración de Gernika el 24 de septiembre del año pasado.
Por medio de un comunicado, los presos apoyaban aquella declaración firmada por todos los partidos de la izquierda abertzale aunque introducían algunos matices: mientras la declaración original abría la puerta a acogerse a beneficios individuales -históricamente vetados por la banda-, el EPPK insistía en exigir una «amnistía completa». Con el ánimo de facilitar la solución, el EPPK puso en marcha esta iniciativa en todas las prisiones. La puesta en escena consistió en que la mayoría de los presos pedía individualmente beneficios, en línea con lo estipulado en la ley, pero para darle una apariencia de globalidad, al mismo tiempo pedían lo mismo para todos sus compañeros. En este caso, los presos que no han pedido por ellos mismos ni siquiera han recibido respuesta gubernamental.
El EPPK trata así de marcar distancias con los internos en la cárcel alavesa de Zaballa que en los últimos años han ido llegando desde Nanclares de la Oca y accediendo a beneficios penitenciarios tras romper de manera unilateral con ETA y manifestar su rechazo a su pasado violento.
En los escritos remitidos por el EPPK a Instituciones Penitenciarias el Gobierno estima que no existe ninguna mención a un arrepentimiento o perdón a las víctimas de ETA. Los reclusos sí suscribieron, como colectivo, el Acuerdo de Gernika, que reconoce el daño causado a las víctimas. El siguiente paso sería suscribir de forma individual ese reconocimiento plasmado en el manifiesto impulsado por la izquierda abertzale, EA, Aralar y Alternatiba.
«Petición de perdón»
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se refirió ayer a esta negativa a las cartas de los presos y recordó que la política del Gobierno en esta materia es la del «arrepentimiento individualizado y la petición de perdón por parte de los presos etarras en el marco de la legislación penitenciaria».
Fernández Díaz señaló que si los presos «van de verdad y en serio, con voluntad de reinserción, pidiendo perdón a las víctimas y colaborando con la Justicia y, en definitiva, manifestando una voluntad individual personal y sincera de acogerse a los beneficios que la ley prevé», tendrán esa vía «abierta».
No obstante, señaló que los presos de ETA que pretendan «burlarse, engañar y cometer un fraude de ley» como este caso, no van a tener otra respuesta del Gobierno que «la que han tenido», porque el Ejecutivo no se va a «dejar engañar» y no se le va a permitir «que cometan ese engaño a la sociedad española».
Por último, el ministro del Interior insistió en que si se arrepienten y piden perdón a las víctimas, «que sea de verdad», porque si no es de verdad, «no se van a poder acoger a los beneficios que la ley penitenciaria prevé».
DIARIO VASCO, 20/2/12