DIARIO VASCO, 28/4/12
Los internos que se incorporen al programa podrán ser trasladados a centros penitenciarios próximos a sus domicilios, aunque las fuentes consultadas han subrayado que no habrá «acercamientos automáticos».
El Ministerio del Interior ha convocado hoy a todas las asociaciones de víctimas del terrorismo a una reunión para explicarles las líneas fundamentales del Plan de Reinserción para presos terroristas presentado por el Gobierno, según fuentes de los colectivos.
La llamada para reunirse con el director general de Instituciones Penitenciarias, Angel Yuste, y la directora general de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Sonia Ramos, ha llegado después de que las asociaciones de víctimas hayan conocido a través de los medios de comunicación el Plan de Reinserción elaborado por el Ministerio del Interior y lo hayan rechazado públicamente.
Según han desvelado las mismas fuentes, un miembro de Instituciones Penitenciarias se ha puesto en contacto con las asociaciones y la reunión se celebrará hoy viernes a las 17.00 horas.
«Engaño»
Las asociaciones de víctimas del terrorismo han recibido con estupor y enfado el Plan del Gobierno con los presos terroristas, especialmente en lo relativo a los reclusos etarras y la posibilidad de que sean reunidos en cárceles del País Vasco.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha confesado sentirse «engañada» por el Gobierno de Mariano Rajoy y ha recordado su oposición a cualquier programa basado en «forzar» reinserciones de presos «a cambio de beneficios penitenciarios o acercamientos», ya que a su juicio estas medidas llevarán a forzar «reinserciones interesadas y no verdaderas reinserciones».
En el mismo sentido se han mostrado otros colectivos como el Foro de Ermua o Dignidad y Justicia, que ha acusado al Ejecutivo de asumir las reivindicaciones de ETA respecto a sus presos y le ha reprochado que incluso rebaje las exigencias del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Noticia esperada
El Gobierno central ha abierto a los presos de ETA una vía de acercamiento a cárceles vascas y de reinserción si se desmarcan claramente de la organización armada y se acogen a un Plan de Reinserción. El Ejecutivo da un nuevo paso en política penitenciaria, aunque sin acceder a las demandas del colectivo presos de ETA que apuesta por salidas de carácter global más que por soluciones individuales como la que ha anunciado hoy el Ministerio del Interior. De esta forma, el gabinete de Rajoy se sacude la presión política del resto de partidos vascos que le reclamaban pasos en política penitenciaria y trata de colocar de nuevo la pelota en el tejado de los reclusos y la izquierda abertzale.
La principal condición que impone el Gobierno para poder acceder al acercamiento a Euskadi con vistas a una futura reinserción es un alejamiento «sincero» del terrorismo. Ni siquiera exigen la condición del «perdón», que sí es necesaria para poder lograr beneficios penitenciarios, paso previo a recuperar la libertad.
El programa integral puesto en marcha por el Ministerio del Interior va dirigido a presos por delitos de terrorismo vinculados no sólo a ETA, sino también a los GRAPO y los grupos yihadistas e incluso el crimen organizado, para facilitar su reinserción y evitar su radicalización en las cárceles. El ejecutivo espera que la medida anime a los internos a desmarcarse de la banda.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo ayer en Luxemburgo que los etarras que quieran acogerse al plan integral de reinserción deberán expresar de manera «clara, solemne y pública» su desvinculación de la banda terrorista para acogerse al plan integral de reinserción, pero ha dejado claro que este paso será una condición «necesaria, pero no suficiente» para su acercamiento al País Vasco.
Fuentes penitenciarias han informado de que el programa nace de la llamada «vía Nanclares», aplicada estos meses por el Ejecutivo del PP a un grupo de presos de ETA disidentes de la organización y que han pedido perdón a las víctimas, pero que es «mucho más ambicioso». La nueva medida anunciada hoy por sorpresa consiste en una serie de iniciativas orientadas a que los etarras y miembros de organizaciones criminales conozcan la realidad social y reflexionen sobre su pasado con el objetivo de que vayan dando pasos hacia su integración en la sociedad democrática.
Los internos que se incorporen al programa participarán en «aulas» dirigidas a su educación en valores de convivencia, tendrán acceso a formación para facilitar su inserción en la vida laboral cuando recuperen la libertad y podrán incluso ser trasladados a centros penitenciarios próximos a sus domicilios, aunque las fuentes consultadas han subrayado que no habrá «acercamientos automáticos».
«Conductas indispensables»
«Se trata de trasladar a los internos actitudes y conductas que en la sociedad democrática se consideran indispensables», explican estas fuentes, que señalan que el plan «sistematiza y amplía» lo que se inició con la llamada «vía Nanclares», que recibe su nombre del de la cárcel alavesa donde fueron agrupados la veintena de etarras -de un total de más de 600- que se han desvinculado de la banda.
Eso no significa que los requisitos se vayan a relajar, ya que el primero de ellos es que el interno pida su incorporación al programa de reinserción, para lo que previamente deberá acreditar el rechazo a la violencia y su desvinculación de la organización criminal a la que han pertenecido.
Se pretende evitar así que los presos que no tengan voluntad de reinsertarse puedan perturbar o «sabotear» el programa.
«Quien no quiere reinsertarse no tiene sentido que forme parte del programa, ya que se requiere una actitud activa por parte del interno», insisten las fuentes.
A partir de ese punto, el plan contiene un programa específico dedicado a la «educación en valores de convivencia» mediante «aulas» en las que participarán los internos, que también tendrán acceso a cursos de mejora de su «capacitación socio-profesional» orientados a su formación para la inserción en la vida laboral.
«Es el reverso del programa de dispersión»
En cuanto a la posibilidad de traslados a centros penitenciarios próximos a su domicilio, las fuentes consultadas explican que el plan «es el reverso del programa de dispersión», de modo que los reclusos que se desvinculen de sus organizaciones puedan estar en centros que favorezcan su reinserción.
«La reinserción se puso en marcha, entre otras cosas, para dificultar el control de los presos por parte de la banda terrorista, por lo que si se desvinculan de ella ya pueden ser agrupados en cárceles próximas a su domicilio», dicen desde Prisiones, donde insisten en que esto no supondrá en ningún caso «acercamientos automáticos».
La iniciativa de Interior se encuadra en la línea del acuerdo alcanzado en el Congreso el pasado 21 de febrero por PP, PSOE, CiU y el PNV, cuando consensuaron un texto alternativo a la propuesta de UPyD que reclamaba la ilegalización de Bildu y Amaiur, que no llegó a prosperar.
Dicho texto, además de apelar a la unidad para buscar la disolución definitiva de ETA, reclamaba la construcción de la convivencia social «sobre los principios del Estado de derecho» y la continuación de la lucha contra la violencia.
El pasado mes de marzo también se conocieron los resultados del Sociómetro sobre el final del terrorismo elaborado por el Gobierno vasco en febrero de este año, cuatro meses después del anuncio de ETA de cese definitivo de su actividad armada, según el cual siete de cada diez vascos son favorables a facilitar la reinserción de los presos de ETA y apoyan su acercamiento a cárceles de Euskadi .
Interior concedió el pasado mes de febrero el tercer grado penitenciario al etarra José Manuel Fernández Pérez de Nanclares -cuya libertad condicional ha informado también favorablemente- y, en abril, a Joseba Andoni Díaz Urrutia.
En cuanto a los GRAPO, siete de los 38 miembros de esta organización que actualmente cumplen condena en España han dado ya los primeros pasos hacia su reinserción, entre ellos el exdirigente de la banda Fernando Silva Sande.
DIARIO VASCO, 28/4/12