EL CORREO 17/02/14
· El Ejecutivo autónomo no concibe que el centro quede al margen del proyecto abanderado por Jonan Fernández y dice que su creación depende del gabinete de Rajoy
El Ministerio del Interior ha solicitado al Gobierno vasco que retire el proyecto del memorial por las víctimas del terrorismo de su plan de paz. El objetivo no es otro que, al parecer, allanar el camino, hasta ahora abrupto, hacia la puesta en marcha de un centro que en Madrid consideran debe tener entidad propia. La puerta del consenso sigue abierta por parte de ambos ejecutivos –así lo han reiterado públicamente–, pero la falta de contacto entre las partes, la crisis económica y cuestiones políticas ajenas al memorial, parecen haber relegado esta iniciativa al fondo del cajón.
La petición de sacar del plan de paz el centro, cuya creación en Euskadi está contemplada en la ley estatal de reconocimiento a las víctimas del terrorismo, se produjo en la reunión que representantes de Interior y de la secretaría de Paz y Convivencia del Ejecutivo de Vitoria mantuvieron el pasado mes de julio. La doble entrevista que mantuvieron en Madrid los ‘números dos’ del ministerio y la consejería de Seguridad, así como Jonan Fernández, que fue recibido –en un gesto a favor de rebajar la tensión– por el secretario de Estado, Francisco Martínez, permitió romper el hielo entre ambas administraciones. También participaron en la cita las directoras de Atención a Víctimas de los gobiernos vasco y central, Mónica Hernando y Sonia Ramos, respectivamente.
El encuentro venía caldeado de antemano. La presentación del plan de paz y la posterior difusión del mapa de las vulneraciones de derechos humanos en Euskadi, que incluye a los asesinados por ETA pero también a las víctimas de las Fuerzas de Seguridad del Estado, tensaron al máximo la relación entre los dos ejecutivos. Es más, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, no dudó en criticar la intención de Lakua de «subordinar» el memorial de los damnificados por el terrorismo al futuro Instituto vasco de la Memoria, tal y como figuraba en el primer borrador del polémico plan de paz. En la reunión que tuvo lugar el pasado verano en la sede del Ministerio del Interior los representantes de los dos gobiernos pusieron sobre la mesa sus puntos de vista sobre el centro de la memoria. Las partes comprobaron, así lo manifestó al término de la cita el propio Fernández, que existe una «voluntad clara» de impulsar este proyecto, cuyo liderazgo corresponderá a Madrid.
La duda que quedó entonces en el aire, y que se mantiene a día de hoy, es cómo participará Euskadi en el mismo. Según ha podido saber este periódico, fue en el marco de dicha entrevista cuando desde Interior se solicitó al Ejecutivo de Vitoria retirar el centro del plan de paz. «No tiene nada que ver con el Instituto de la Memoria ni con el plan de paz, ni se enmarca en ninguno de ambos», han querido dejar claro desde Madrid en más de una ocasión.
Este movimiento por parte del Gobierno de Rajoy cogió por sorpresa a la delegación vasca, que no concibe un plan de paz que no contemple en su seno la creación del memorial por las víctimas del terrorismo. El Ejecutivo de Vitoria trasladó esta contrariedad al PP vasco, que se comprometió a interceder ante el ministerio que lidera Jorge Fernández Díaz para tratar de reconducir la situación. Cabe recordar que los populares de Euskadi dieron un sonoro portazo al plan de paz de Jonan Fernández, si bien entre sus críticas no figura el hecho de que incluyera en sus páginas el proyecto del memorial. Lo que no fue visto con buenos ojos es que el centro se «subordinara» al futuro Instituto de la Memoria, con el que la formación que lidera Arantza Quiroga no comulga.
Respetar los tiempos
La secretaría de Paz y Convivencia que lidera Jonan Fernández se tomó alrededor de cinco meses –entre julio y noviembre– para reformular algunas de las partes más polémicas del borrador del plan de paz. En octubre, y de manera oficiosa, Madrid volvió a preguntar al Gobierno vasco si ya había adoptado una decisión al respecto. Desde Euskadi se envió el texto definitivo del plan al ministerio pero, al parecer, no hubo respuesta de vuelta.
En lo que apartado del memorial se refiere, el Ejecutivo autónomo subraya que «la responsabilidad de la creación y dirección de este centro corresponde al Gobierno central», si bien deja abierta la puerta a la participación «activa» del Lakua «mediante su participación en la comisión mixta en la que se delegue el diseño e impulso del proyecto». Una comisión que la última vez que se reunió fue en mayo de 2012, cuando el Gobierno vasco estaba aún en manos del PSE, y que lidera Mari Mar Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo y una de las personas más críticas con el nombramiento de Jonan Fernández. La secretaría de Paz y Convivencia, no obstante, mantiene en su plan que el memorial forme parte de la «red de centros» que «coordinará» el futuro instituto vasco.
Más allá de la voluntad política, que desde algunos colectivos de víctimas empieza a ponerse en entredicho, lo cierto es que el futuro del memorial es una incógnita. Desde Madrid aseguran seguir «trabajando en la recopilación de materiales» de cara a «proponer un modelo» en el que puedan participar «otras administraciones», aunque no hay fijado plazo alguno y la vía de contacto con el Ejecutivo vasco sobre esta cuestión es inexistente.
En Euskadi prefieren no hacer del memorial un motivo de bronca con Madrid. Los frentes abiertos entre ambos gobiernos en materia de pacificación han enrarecido sobremanera las relaciones. Optan así por respetar los tiempos del gabinete de Rajoy, responsable directo del centro. Lo que, en cualquier caso, no deja de sorprender es que nada se sepa de un memorial que empezó a gestarse hace ya dos años.