SANTIAGO GONZÁLEZ, EL MUNDO 26/07/13
· Pepe Griñán ha anunciado que se va y quiere que los suyos le sigan llamando Pepe. También dice que lo deja todo en buenas manos en perspectiva de edad y de género, porque Susana Díaz es joven y es mujer y ésas son dos cualidades que garantizan el futuro de Andalucía y permiten entender mínimamente la inexplicable alegría con la que esta panchita feliz aparece en las fotos, mientras sube al ara donde los buenos socialistas se sacrifican por Andalucía. Y por España, claro. Es la savia nueva. Algún día no lejano se cumplirá en sentido estricto lo que Leguina enunció como metáfora: «Entre todos los dirigentes de mi partido no suman seis meses de cotización a la Seguridad Social».
Griñán se va porque es lo mejor para Andalucía, no sea que la juez Alaya decida imputarle antes de ceder los trastos de los ERE al TSJA, por tratarse de un aforado. No digo yo que no, ojo, que esto de ser empitonado por el TSJA es un compromiso muy serio para un presidente de la Junta, aunque estadísticamente sea irrelevante el número de condenas dictadas contra aforados en los altos tribunales que les juzgan. El Congreso descartó en junio la propuesta de UPyD para rebajar la hinchazón de aforamientos, más de 10.000 cargos, con voto negativo del PP y abstención socialista, en la que salvó su alma el diputado Odón Elorza, al romper con arrojo la disciplina de voto y votó a favor.
Prietas las filas, Griñán se va, pero va a encadenar su dimisión para la investidura de Susana con su nombramiento como senador para preservar el aforamiento. Hay que destacar la precisión de la jugada. Anuncia su marcha en un mentís a su anuncio de agotar la legislatura en el cargo. Y lo hace justo la víspera de que declare el ex interventor Gómez, que le envió 17 informes sin que llegara ninguno a sus manos inocentes de consejero de Hacienda. Los recibía su vice,Carmen Martínez Aguayo, pero no se los entregaba; para qué le iba a dar disgustos. La juez cree más a Gómez que a Martínez, qué fatalidad.
Diecisiete informes son muchos. A mí este interventor me recuerda un poco al amable señor Pettibone de Luna Nueva, que llevaba el indulto del gobernador para el condenado Earl Williams y el alcalde se negaba a recogerlo para que la ejecución aumentara su popularidad.
Lo ideal sería que lo hicieran en el mismo acto. Susana hace su discurso exponiendo su agradecimiento al saliente, «recto, íntegro y honesto», su contento por haber llegado tan alto y sus planes de futuro: trabajar por el bien de Andalucía. Después la votan los parlamentarios y las parlamentarias socialistas y de Izquierda Unida, que son gente sin complejos a la hora de defender Andalucía. Y a continuación, nada más quedar investida, se celebra el Pleno para que la concurrencia vote a Pepe Griñán como senador autonómico, cargo que cada vez recuerda más al de procurador por el tercio familiar. Es preciso evitar a toda costa el vacío de aforamiento, no sea que en los pasillos esté acechando un propio de la juez para entregarle la citación.
SANTIAGO GONZÁLEZ, EL MUNDO 26/07/13