Miquel Giménez-Vozpópuli
  • Es una suerte que España tenga a Irene Montero en el gobierno. Condenando al fascismo, todo resuelto

Una muchacha es violada salvajemente en Reus por unos inmigrantes magrebís introduciéndole un palo por la vagina y otro por el ano. Llevaba una camiseta de VoxNinguna feminista de la banda del pastel ha salido a defenderla. Pero Irene condena al fascismo. Un edil del PSC atraca a mano armada a dos personas y luego a un taxista. Once mil euros se llevó. Pero Irene condena al fascismo. En Podemos están condenados, entre otras cosas, por agresiones a policías Alberto Rodríguez, Isa Serra, Juanma del Olmo, José Luis Bail y Pablo Echenique. Ninguno ha pedido perdón y achacan sus condenas a una cacería política. Pero Irene condena al fascismo.

De cada cien mil españoles, según estadísticas policiales, 126,8 han cometido una agresión de tipo sexual frente a una tasa de 472,27 de inmigrantes. En muchas ciudades y pueblos se teme la proximidad de albergues para menas por lo que supone de aumento en la delincuencia. Pero Irene condena al fascismo.

Una carpa montada en la UAB por jóvenes de S’ha Acabat, entidad constitucionalista, es destrozada por radicales ultra izquierdistas. Les gritan Pim, pam, pum, que no en quedi ni un, que no quede ni uno, mientras son agredidos violentamente. Pero Irene condena al fascismo. Diputados de Ciudadanos presentes en el acto son rociados de líquidos e increpados por llevar la bandera nacional. Pero Irene condena al fascismo. El rector de la UAB, así como la consejera de enseñanza de la generalidad, aprueban los desmanes, Recordemos que la citada consejera perteneciente a Junts, Gemma Geis, hace pocos días tildó a la Asociación Asamblea por una Escuela Bilingüe en Cataluña de radical y fascista. Eso, a pesar de que la justicia da la razón a dicha entidad y ordena a la Generalidad no discriminar a los alumnos castellanoparlantes. Y sí, Irene condena al fascismo.

Listas negras

La Generalidad elabora listas negras de profesores que enseñen en español. Instan a los propios alumnos a que los denuncien. Pero Irene condena al fascismo. La misma Generalidad defiende a un cupaire, Marcel Vivet, en contra de un mozo de escuadra, agredido por este. Aducen razones humanitarias ya que dada la juventud del agresor una pena de cárcel podría afectar profundamente su vida. Pero Irene Montero condena al fascismo. Eulalia Reguant en nombre de las CUP ensalza como héroes y brinda todo su apoyo a los violentos separatistas de extrema izquierda en el parlamento catalán. Tras defender a los violentos que impiden el normal ejercicio de opinión y manifestación, equipara a S’ha Acabat, Ciudadanos y a Vox de fascistas. E Irene sigue condenando al fascismo.

Se lincha a Pau Gasol desde el mundo separatista de manera virulenta por no haber hablado en catalán en su despedida. Pero Irene Montero condena al fascismo. Se niega el derecho a preguntar a periodistas acreditados en el congreso por parte de Podemos o Esquerra. Ahí tienen ustedes a Javier Negre. Pero Irene condena al fascismo.

La miseria se ha disparado en España: el 11,4% de hogares viven en una dramática situación de pobreza extrema, lo que supone más de seis millones de personas. No tienen para pagar facturas, ni siquiera para poder comer carne o pescado. El incremento más brutal en pobreza se ha producido en el último año y medio. Pero Irene condena al fascismo. Más de once millones de españoles se encuentra, asimismo, en riesgo de exclusión social. Incluso con un puesto de trabajo no llegan a fin de mes. Pero Irene condena al fascismo. Solo cuatro de cada diez hogares disfrutan de una situación económica que no supone ningún riesgo ni de pobreza ni de exclusión.

El de Montero, verbigracia. Pero Irene condena al fascismo. Dicho riesgo de exclusión se manifiesta de manera mucho más especial en las familias con hijos, sobre todo en las monoparentales en las que es la mujer quien sustenta la economía familiar. Un 49% que ignora estar empoderadas desde que las de Irene accedieron al gobierno. Pero Irene condena al fascismo.

Y, además, condena el color rosa, la condición masculina a la que tacha de anómala, la igualdad ante la justicia entre padres y madres con hijos que separan, el heteropatriarcado, el capitalismo, el liberalismo, y todo lo que no sea la realidad, la calle, la vida, la gente, en suma. Porque a esta gente no se les puede pedir que se auto condenen dado que si condenan al fascismo deberían empezar por ellos mismos y eso requiere una altura moral de la que carecen.