EL PAÍS, 28/10/11
Los populares apoyan a Bildu para ubicar la estación de autobuses en Riberas
El alcalde donostiarra, Juan Karlos Izagirre, y su equipo de Bildu están consiguiendo salir del atolladero en el que se encontraban tras las constantes derrotas que le estaba infligiendo la oposición (PSE-EE. PP y PNV) en el Ayuntamiento de San Sebastián. La coalición soberanista, que cuenta con ocho de los 27 concejales de la corporación, ha logrado salvar esta situación al lograr de una tacada acuerdos muy significativos con los grupos socialista y popular. Esto se visualizó ayer por la mañana con el acuerdo suscrito entre Bildu y el PP para construir la estación de autobuses en el barrio de Riberas de Loiola. Unas horas después, el gobierno local y el PSE-EE sumaron sus votos en un pleno extraordinario para aprobar la subida de tasas e impuestos municipales para 2012.
A punto de cumplir cinco meses en el poder, el equipo de gobierno de Bildu rompe por primera vez su aislamiento político. Después de mostrarse dispuesto al consenso sin obtener apenas ningún resultado, Izagirre pudo celebrar ayer por fin la consecución de sendos acuerdos de una relevancia capital para su gestión. El portavoz del PP, Ramón Gómez, anunció que apoyará la propuesta de Bildu de construir una estación intermodal en Riberas de Loiola, lo que echa por tierra el acuerdo de ubicar la terminal de autobuses en Atotxa, adjudicada desde abril pasado por el anterior equipo de gobierno (PSE-Aralar-Alternatiba). Gómez se esforzó en precisar que «no es un pacto con Bildu».
Con la decisión de Bildu y PP, que suman mayoría en el pleno municipal, se reabre un debate que viene desde hace 20 años. Jon Albizu, concejal de Movilidad, expresó su satisfacción y dio la «bienvenida» a los populares al acuerdo. Gómez aclaró que el gobierno anterior «ocultó» a la oposición informes del Gobierno vasco y la Diputación que planteaban «dudas» sobre la capacidad del emplazamiento de Atotxa para absorber un flujo de tráfico de «400 autobuses diarios en hora punta», así como «dificultades» para ofrecer «nuevas conexiones o incrementos de frecuencia».
La terminal de Riberas, que ya defendió en su día el PP, podría estar operativa en 2016, según el regidor. Su construcción exige que el Ejecutivo autonómico ceda una parcela de su propiedad en la que tiene previsto construir oficinas. Ni Bildu ni el PP precisaron si el Ayuntamiento deberá indemnizar a las adjudicatarias Transitia, Murias e Iza.
El PSE y el PNV criticaron duramente esta decisión. El portavoz socialista, Ernesto Gasco, calificó de «disparate» y «cúmulo de despropósitos» por pactar el «retraso» en la construcción de la estación sin haber presentado «ningún estudio de costes, ni plazos concretos para el inicio de las obras». Eneko Goia, del PNV, reprochó al PP su «inconsistencia» por haber dado marcha atrás al apoyo que dio hace un mes a Atotxa, e hizo responsable a Gómez de los «retrasos» que se produzcan a partir de ahora.
En medio de esta tormenta, el grupo socialista y Bildu se aliaron en el pleno municipal para aprobar un incremento generalizado de las tasas municipales. Si hasta ahora una familia pagaba un promedio de 716 euros al año por este concepto, en 2012 abonará 24 euros más. El Consistorio se garantiza aumentar en 3,2 millones los ingresos fiscales. A cambio de su apoyo a Bildu, el PSE logró que fuesen aprobadas todas sus propuestas: bonificaciones para las rentas más bajas en el IBI y establecer desde 2013 una tarifa variable de basuras en función del consumo de agua que se dé en cada hogar. También, consiguieron introducirventajas en el IAE para las empresas que generen empleo.
La mayoría de los impuestos subirán un 3%, el equivalente al incremento previsto del IPC, aunque el IBI, que pagan todos los ciudadanos, se encarecerá un 5% y el billete ordinario del autobús subirá cinco céntimos y costará 1,45 euros.
EL PAÍS, 28/10/11