Izagirre valora de forma «muy positiva» la primera ronda de visitas a los barrios donostiarras

EL PAÍS, 9/10/11

El alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, valoró ayer de forma «muy positiva» el inicio de la ronda de visitas a los barrios donostiarras para elaborar un «diagnóstico» de la situación de los mismos. En las dos últimas semanas, el equipo formado por el concejal de Participación, Asier Jaca, miembros técnicos, y el propio alcalde han asistido a la primera reunión, de las dos que se celebrarán en cada barrio, al Antiguo, Amara Berri, Martutene, Parte Vieja, Bidebieta, Intxaurrondo, Ulía y Loiola-Txomin. En las próximas semanas se llevarán a cabo las asambleas en los barrios restantes hasta completar los 18 y se iniciará la segunda ronda de visitas para «priorizar y concretar las propuestas» de los vecinos.

Cerca de 530 personas se han acercado a las reuniones informales constituidas de forma asamblearia donde se han planteado temas en torno a bienestar social y medioambiente; euskera, educación y deporte; desarrollo económico y comercio; infraestructuras y movilidad y actividad social y comunicación. Una media de entre 50 y 60 asistentes por barrio, una cifra que el consistorio valora de «muy positiva».

Por otro lado, Izagirre manifestó su malestar por las críticas de la oposición derivadas de la encuesta sobre sus cien días de gestión municipal. Izagirre señaló que Bildu casi se vio «obligado» porque la oposición decía que los ciudadanos estaban «muy preocupados» porque pensaban que «todo» se paraba. Además, el primer edil donostiarra explicó los motivos por los que encargó este sondeo, que ha costado 15.000 euros, y que, entre otros datos, revela que un 58,3% de los donostiarras no ha notado el cambio al frente del Ayuntamiento tras la entrada de Bildu en el ejecutivo local.

Izagirre se mostró «dolido» por las críticas a este sondeo, calificado de «parcial» y «manipulado» por el PSE-EE y de «autobombo» por el PNV. Izagirre cree que el sondeo ha servido, entre otras cosas, para constatar que «la sensación de que ha llegado aquí el ogro y esto se ha parado no existe» en los donostiarras.

EL PAÍS, 9/10/11