JUAN CARLOS VILORIA-El Correo

  • El Gobierno de Sánchez se apunta a ir apartando al Rey de la vida pública
Podemos ha encontrado la vacuna. Antes que los expertos. La vacuna para todos los males que acorralan a España. Más que una vacuna es un jarabe, como diría Pablo Iglesias. Frente al colapso de la economía paralizada por la Covid y la crisis institucional se impone echar a Felipe VI y familia. Derogar la Constitución y la monarquía parlamentaria constitucional. Y arreglado. Vacunados. Elegir a un jefe republicano con infinitos más poderes de los que la ley de leyes atribuye ahora a un Rey que no es más que un mero símbolo. Confiar en que el nuevo mirlo blanco tenga más consenso popular, más capacidad de representación, más legitimidad política y social y más apoyo de las diecisiete comunidades y nacionalidades históricas que Felipe. Un jefe de Estado de ideología populista, conservadora, socialista, comunista o bolivariana. No se sabe. Pero que, según la política ficción que Iglesias propuso estos días ante el consejo ciudadano estatal de Podemos, nos sacará del atolladero. Tabla rasa del ingente capital político atesorado a lo largo de décadas desde el 78 (Libertad, Amnistía, Estatut de Autonomía). Un capital que tuvo como amalgama para salir de la dictadura y afrontar el futuro la reconciliación de los dos bandos y la eclosión de una ‘tercera España’ de memoria sin rencor, unidad sin jacobinismos bolcheviques y modernidad europea.

Pongamos el contador a cero, dicen. Volvamos la mirada a 1978. O más atrás. Echemos al Rey y tocaremos el cielo con los dedos. Nostalgias bolcheviques. Como si viviera el zar Nicolás de Rusia y fuera 1917. Se habla de valentía y audacia para alcanzar ese horizonte republicano. No de consenso, ni de diálogo, ni de reconciliación. Podemos, por su cuenta, hace el diagnóstico: estamos en un momento de crisis del modelo de Estado. Y aplica la solución: jarabe republicano. Una república que, según dicen, atrae cada vez a más jóvenes y que también nos libraría del turismo, de la especulación inmobiliaria y la contratación pública. Porque se abriría ante nuestros ojos y guiados por Monedero, Echenique, Iglesias, Garzón y Montero un nuevo modelo económico. Nostalgias de la economía planificada del socialismo real fracasada en todos los países donde se aplicó.

Desde los ministerios, Montero, Garzón, e Iglesias fijarían los objetivos económicos y los sectores protegidos por el Estado. Y emergería por arte de magia una España sin turismo, pero con un modelo económico eficaz, moderno y con gran capacidad competitiva y valor añadido. Esta es la propuesta de Podemos al país de Europa y el mundo que peor ha gestionado la crisis de la pandemia. Una ficción. Si no fuera porque el Gobierno de Sánchez también se ha apuntado a ir apartando al Rey de la vida pública. No le dejan ni entregar diplomas.