EL ECONOMISTA 02/07/16
ENTREVISTA JAVIER MAROTO
Quienes le conocen bien le definen como un heterodoxo con un enorme olfato político para ganarse a los ciudadanos de a pie. Tal vez ahí ha estado el secreto de su éxito para que Rajoy, personalmente, lo incluyera en el selecto club de los vicesecretarios del partido, donde sigue siendo una estrella ascendente. De hecho, el nombre de Javier Maroto (Vitoria, 1972) se incluye en todas las quinielas de ministrables que se manejan estos días por la calle Génova. Especial elecciones del 26J.
Él, sin embargo, cuando le preguntas al respecto niega la mayor, y dice que declina especular «con cosas que son humo». Es un hombre amable y educado que hace honor a su profesión de economista, licenciado en Deusto, dando a los argumentos una precisión milimétrica como queriendo evitar los cabos sueltos.
Durante la entrevista no da puntada sin hilo y afirma que su partido está dispuesto a sentarse a la mesa con PSOE y Ciudadanos con un papel en blanco y sin líneas rojas. De hecho, insiste en que se puede hablar de todo, desde la ley electoral a la reforma constitucional o laboral pasando por la educación, las pensiones o la financiación autonómica. Añade que «bloquear por tercera vez la formación de Gobierno se llevaría por delante a Pedro Sánchez».
No hay pregunta sin respuesta y sólo muestra cierta incomodidad cuando la periodista le insiste -apelando a su condición de gay- en el veto que los organizadores del día del orgullo han puesto al PP, porque cree que la bandera arco iris no es propiedad de la izquierda y la identidad sexual no entiende de siglas. Estima que podría haber Gobierno antes de agosto «aunque eso no está en nuestras manos», sentencia.
¿Habrá al fin un Gobierno del PP? A día de hoy no salen las cuentas…
Todos los líderes de todos los partidos coinciden en que el único Gobierno posible pasa por el PP. Yo confío en que el compromiso de todos ellos durante la campaña electoral de no repetir las elecciones por tercera vez se cumpla y que seamos capaces de alcanzar un Gobierno pilotado por el Partido Popular.
¿Hay que saber ganar y también saber perder? Porque ni ustedes han conseguido mayoría suficiente ni el PSOE, que, aunque ha evitado el ‘sorpasso’, ha perdido cinco diputados…
La humildad es un valor en lo personal y en lo político. Los políticos tenemos que ser humildes y los partidos también, el que gana y el que pierde, para no morir de éxito. ¿El resultado del PP es contundente? Sí, pero hay que seguir en la senda de tolerancia cero con la corrupción y apostando por la regeneración democrática. Un resultado electoral como el nuestro no es una sartén con la que atizar a todo el mundo; es sólo una herramienta para sentarte con quienes piensan distinto y consensuar posturas. Sólo así se entenderá el resultado electoral.
¿A ustedes la corrupción no les ha pasado factura, o ya les pasó con la pérdida de tres millones de votos en las elecciones de diciembre?
Sobre la corrupción, sólo hay un mensaje posible: tolerancia cero, sea quien sea quien ha cometido un delito. No hay vuelta de hoja, y si uno es contundente con la corrupción, recuperará la credibilidad.
Esa hipótesis de que PP, PNV, Ciudadanos, Coalición Canaria y Nueva Izquierda podrían facilitar la investidura, ¿es factible o no?
Es una opción factible en lo numérico, pero deja fuera al PSOE, y eso no sería conveniente en una legislatura en la que necesariamente tenemos que abordar algunas reformas que deben ser consensuadas de forma muy amplia, como una posible reforma de la Constitución, de la Ley electoral, de las pensiones, educativa y, sobre todo, la reforma de la financiación autonómica. Todas esas cuestiones no se pueden hacer con una exigua mayoría, sino por un amplio consenso, porque estamos hablando de las reglas del juego, de las cosas de comer. Esas reformas deben ser consensuadas entre PP, PSOE y Ciudadanos, principalmente.
¿Están dispuestos a sentarse con Ciudadanos y PSOE con un papel en blanco, sin ‘líneas rojas’?
Sí, nos sentaremos con PSOE y Ciudadanos con un papel en blanco, inspirado en nuestro programa electoral, y sin líneas rojas.
Vamos, que, por ejemplo, aceptarían cambiar la Ley electoral, condición que ya ha puesto C?s…
La Ley electoral incorpora cosas absurdas como la imposibilidad de publicar encuestas desde no sé cuántos días antes de las elecciones, cuando las redes sociales han acabado con ese modelo; incorpora una jornada de reflexión que nadie cumple; y no incorpora cosas importantes como los presupuestos de los partidos o los pactos de perdedores. Sólo por eso merece la pena reformar la Ley electoral, y si hay que hacerlo, lo haremos.
Un inciso: ¿La Ley D’Hondt perjudica tanto a Ciudadanos como dicen?, ¿hay que replantearse la fórmula del 3%?
Aquí no hay una regla dorada. Con el mismo resultado electoral, si cogiéramos, por ejemplo, el modelo italiano, el PP tendría una mayoría absoluta con creces. Si coges el sistema de circunscripción única, el PP tendría peor resultado y el PSOE también. Si coges el sistema americano, el PP se sale de la tabla, el PSOE prácticamente desaparece del mapa y tiene muchísima potencia Podemos, por ejemplo. No hay una regla dorada, se trata de pactar unas reglas del juego para todos y necesitan de consenso.
¿Y también estarían dispuestos a replantearse su reforma laboral para contentar al PSOE?
La reforma laboral sirvió para ese momento, y su resultado no lo niega nadie, ni siquiera Podemos, en relación a las cifras de crecimiento del empleo. Ahora estamos ante un nuevo marco y se puede hacer una nueva Ley, o modelar o redefinir la actual. Esa es una opción. Estamos dispuestos a hablar, a sentarnos, y también a consensuar la reforma educativa.
Pero, Pedro Sánchez teme que si se aproxima al PP sea su tumba política y la de su partido…
Sánchez tiene que decidir entre lo que es positivo para España y lo que es positivo para el PSOE, y ahí se miden los hombres de Estado. Un político de talla tiene que pensar primero en su país y no actuar en contra de su país para favorecer a su partido. Las elecciones ya se han repetido por ese «no, no es no, ¿que parte del no has entendido?». Eso fue un error y bloquear por tercera vez la conformación de un Gobierno me parece imposible, y se llevaría por delante a Pedro Sánchez.
¿Le está acusando de no tener visión de Estado, de miopía partidista?
Bloquear la investidura sería no tener visión de Estado porque todos reconocen que con estos resultados Podemos y PSOE deben ir a la oposición. Si la única opción de gobierno pasa por el PP, bloquear ese Gobierno nos estaría abocando a unas terceras elecciones, y eso es una irresponsabilidad política que los ciudadanos no entenderían.
¿Ha funcionado el voto del miedo?
Aquí no hay voto del miedo, aunque sí ha podido haber voto útil. Muchísimas personas han entendido que frente a una izquierda extrema que por primera vez se presentaba unida, fuerte y consolidada, los moderados, que somos mayoría en este país, debíamos agrupar el voto para que el extremismo y el populismo no gobernara.
¿La cabeza de Mariano Rajoy es negociable, o ustedes, pase lo que pase, no la pondrán en almoneda?
Yo me alegro de que ya no se hable de vetos. La palabra veto es muy antigua y no pertenece a la nueva política que ellos dicen representar. Después del resultado del domingo es una posición poco defendible. Si alguien no quiere que Rajoy esté, no votaría al PP y el PP ha tenido un alza importantísima de votos, que en muy buena parte provienen de Ciudadanos, del partido que decía no a Rajoy como primer punto de su programa electoral.
Sea como fuere, para usted no ha habido una segunda oportunidad, porque no ha sido elegido diputado…
En ningún caso estaba previsto que yo saliese. En Álava salen cuatro diputados y somos seis partidos, por lo que es imposible que un partido tenga dos diputados. Yo acompaño a Alfonso Alonso como candidato, encantado de la vida, y cuando configuramos las listas ya dábamos por hecho que yo no saldría.
Pues no hay mal que por bien no venga, porque no es diputado, pero es ?ministrable?, y su nombre aparece en todas las quinielas de un posible Gobierno del PP…
Las quinielas, con todo el respeto a quien las hace, tienen la misma fiabilidad que las encuestas demoscópicas, que no han dado ni una.
Y si Rajoy le pidiera estar en su Gobierno, ¿aceptaría?
Yo soy un pragmático, y carpe diem. Como no se ha producido una hipótesis, ni siquiera he pensado sobre ella. Es absurdo especular sobre humo.
¿Qué le parece que el PSOE haya dicho ‘no’ a la mesa a tres que proponía Ciudadanos?
Ciudadanos había propuesto esa mesa erigiéndose en árbitro moderador y tal vez ese es un papel que no le corresponde. Desde el máximo respeto a Ciudadanos, y reconociéndole la importancia que tienen, no necesitamos un moderador que articule una reunión entre el PSOE y el PP; la vamos a tener. Y supongo que en ese sentido Pedro Sánchez habrá dicho que no.
Hombre, reconozca que no es fácil para el PSOE elegir entre ‘susto o muerte’. Si les apoyan a ustedes, pueden ser fagocitados por Podemos a medio plazo…
No sé qué es susto y qué es muerte. Lo que es muerte segura de paro cardiaco inmediato es ejercer el bloqueo permanente y promover unas terceras elecciones. Eso provocaría la parálisis cardiaca ipso facto del PSOE.
¿A qué atribuye usted que Unidos Podemos haya perdido un millón y pico de votos?
A la gestión. La gente es muy lista y le han hecho la prueba del algodón. Podemos, donde más votos ha perdido es en las ciudades donde gobierna, porque gestionar no es fácil ni gratis. Además de hablar hay que hacer, y cuando uno ve que detrás de un proyecto sólo hay palabras, las palabras se las lleva el viento y, con el viento, la confianza en esos partidos. Las elecciones no se ganan sólo en un plató de televisión. El marketing mediático sirve, pero, efectivamente, con eso no se ganan elecciones.
Mójese, hágame un pronóstico, ¿cuándo tendremos Gobierno?
El Gobierno se formará al día siguiente de que el PSOE y Ciudadanos desbloqueen esta situación. Lo razonable sería tener Gobierno antes del verano, antes de agosto. Eso sería lo razonable, pero no está en nuestra mano poder asegurarlo.
Permítame un inciso. A usted, que fue pionero en el PP en reivindicar su condición de gay, ¿qué le parece que el día del Orgullo Gay no inviten a su partido?
En 2016, y de una vez por todas, todos los partidos que tienen representación en el Congreso, todos, sin excepción, aprobamos los mismos derechos para todas las personas. La orientación sexual ya no es una cuestión de sigla política, y yo creo que debe dejar de hacerse política con esto. La historia ha sido muy larga, hemos llegado aquí por el trabajo de muchos activistas, y poner vetos ahora es contrario a la igualdad y a la libertad que siempre hemos defendido en ese colectivo.
¿Usted cree que a los gays del PP les duele especialmente ese veto?
Lo que duele a muchos gays de algunos colectivos es que haya tantos gays en el centroderecha español. Eso es lo que les duele, y no lo quieren reconocer. Vetar al PP en el Orgullo Gay es vetar a miles y miles de ciudadanos que confían en el PP, independientemente de su orientación sexual. Vetar no es un paso en firme, es un retroceso intolerable.
El Ibex ha perdido 65.000 millones en dos días por el Brexit. ¿Qué consecuencias que va a tener para Europa la decisión de Reino Unido?
Pues que es evidente que las decisiones políticas tienen una trascendencia brutal en lo económico. No quiero ni pensar qué hubiese pasado si además del Brexit nos hubiéramos encontrado en nuestro país con una situación donde Podemos hubiera tenido la sartén por el mango del Gobierno. Eso hubiese sido ya la hecatombe. Está claro que la bolsa es un indicativo, una antena, un indicador, y detrás de eso está la economía real, el empleo y el crecimiento económico.
Hablando de Podemos, ¿el travestismo ideológico de Pablo Iglesias, que ha sido comunista, socialdemócrata y transversal, le ha pasado factura?
Claro que le ha pasado factura, y eso se lo han dicho Gaspar Llamazares, Monedero, Mónica Oltra y otros muchos que están cuestionando la estrategia de Garzón e Iglesias. Tendrán que reflexionar por qué han perdido más de un millón de votos, cosa de la que yo me alegro profundamente, pero en cualquier organización seria habría una reflexión.
¿Qué lectura hace usted de que Mas esté a un paso de ir al banquillo por desobediencia y prevaricación?
Mi lectura es que quien se salta la ley tiene que pagarlo. Nadie está por encima de la ley. Esas son las reglas de un Estado de Derecho. Artur Mas sabía perfectamente lo que estaba haciendo y las consecuencias que tenía y tiró para adelante. Ahora tendrá que asumir las consecuencias judiciales de su actuación como cualquier ciudadano.
A quien le ha costado cara su conversación con el Ministro de Interior es a Daniel de Alfonso, y además se ha puesto en jaque la seguridad ¡nada menos! que del Ministerio del Interior…
Lo que es un delito flagrante es que se espíe al Ministro de Interior en su despacho. Eso pone en cuestión la seguridad nacional, es muy grave y hay que averiguar quién lo hizo. En relación al contenido de las conversaciones, se están refiriendo a una persona nombrada por un Parlamento, donde hay mayoría independentista, y no es nadie vinculado al PP, que le dice a un ministro, estoy indagando sobre posible corrupción en los partidos catalanes. Y a la respuesta de Fernández Díaz es la que daría cualquier persona con sentido común: pues si usted tiene la sospecha, investigue.
Hablando de su partido, ¿el próximo Congreso del PP debe utilizar la fórmula de las primarias?
Yo he defendido la misma posición de Cristina Cifuentes. Hemos hablado de que debe haber más elementos de participación en la elaboración del programa, en la confección de ponencias, etc. Primarias no hace nadie en este país. Todos los que las llevan en sus estatutos, cuanto no les gusta ponen a una persona a dedo o cambian a la persona. Es lo que ha hecho Pablo Iglesias designado al Jemad en Almería por dedazo, lo que ha hecho Rivera con los candidatos en Galicia, por dedazo, y lo que hizo el PSOE con su crisis en Madrid, por dedazo. Por eso sigo defendiendo más elementos de participación en las bases, que no es lo mismo que Primarias.
Por último, con la mirada ya puesta en las elecciones vascas, ¿cómo interpreta usted que Podemos pueda ganar a Bildu?
Muy sencillo, cuando un partido de ámbito nacional se presenta en Cataluña y en el País Vasco diciendo sí al derecho de autodeterminación, y abriendo las puertas a la posibilidad de la independencia, la gente de Bildu y de la CUP dicen que es más útil votar a estos que defienden lo mismo, pero son de ámbito nacional. Esa es la clave.