Vicente Vallés-La Razón
- «Estaba en lo cierto cuando dijo que Putin debía perder el poder en Rusia. Y cuando le llamó asesino»
Un ejercicio muy practicado desde hace tiempo entre los fans del caduco expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, consiste en hacer chanzas con la ancianidad de quien tuvo las agallas de retar al cuadragésimo quinto ocupante de la Casa Blanca y el acierto de provocar su derrota. Porque sí: se podrán hacer chirigotas, pero Joe Biden, el hombre de edad provecta, ganó con solvencia a Trump en las urnas, a pesar de sus habituales despistes y del paso lento propio de su edad.
Que Biden llegara al poder cuando tenía 78 años, y que lo ejerza ahora, cuando se acerca a los 80, fue una decisión soberana de los americanos, tan respetable como la que tomaron cuatro años antes, de llevar a la presidencia de los Estados Unidos a un personaje de las poco recomendables características personales y políticas de Trump. Fueron dos elecciones muy diferentes de los votantes, pero igual de respetables y, por supuesto, igual de legítimas.
Ahora es Biden quien tiene que gestionar las consecuencias de la guerra en Ucrania, lo que pone a prueba su capacidad diplomática y estratégica, adiestrada durante décadas en el Senado y en los ocho años como vicepresidente de Barack Obama. Y lo está haciendo con liderazgo y aciertos importantes. Por ejemplo, utilizar una parte de la información que consiguen sus servicios de inteligencia para presionar a Putin, trasladando esos datos a la opinión pública mundial.
Y también, diciendo la verdad con la que otros mandatarios internacionales prefieren no enfrentarse. Porque, con el paso de los días y con las masacres que se conocen en varias ciudades de Ucrania, se demuestra que Biden tenía razón cuando dijo que Putin debía perder el poder en Rusia. Y cuando le llamó asesino. Y cuando aseguró que es un criminal de guerra. Biden también estaba en lo cierto cuando, días antes de empezar la invasión, anunció que se iba a producir. Lo hizo en medio de la incredulidad general en otros países occidentales y con burlas sobre esa advertencia. Y acertaba cuando, días después de que Putin ordenara arrasar Ucrania, Biden empezó a enviar armas a los ucranianos. Sí, Biden tenía razón.