EL MUNDO 28/05/2013
· Ibaceta se defiende en el juicio en el que el fiscal pide dos años y 10 meses de cárcel.
«Fue un rifirrafe, una bronquilla de 12 y pico de la noche y cada uno a su casa…». El ex asesor de Bildu Juan José Ibaceta minimizó ayer el incidente con aficionados de la selección española que la Fiscalía no minimiza en absoluto: le pide dos años y 10 meses de prisión por amenazas con carácter terrorista.
El acusado tuvo que dimitir como mano derecha del alcalde de San Sebastián cuando EL MUNDO divulgó un vídeo en el que se le veía gritar «Gora ETA militarra» a tres aficionados que, tras la victoria de España en la final de la Eurocopa, paseaban por la zona vieja de San Sebastián con una bufanda de la selección.
Ibaceta aseguró que fue uno de los tres quien se dirigió primero a él, provocándole. «Íbamos para casa cuando uno de los tres me llama gudari y me dice que me acerque… Fue un rifirrafe, una bronquilla de 12 y pico de la noche y cada uno a su casa, no lo que se ha querido magnificar luego», declaró. Según su versión, no hubo amenazas de muerte ni lanzó platos a nadie, como también recoge el escrito del fiscal Carlos Bautista.
En las respuestas a su defensa –no quiso contestar al Ministerio Público–, Ibaceta llegó a sugerir posibles móviles de los amenazados para dirigirse a él: es una persona conocida y es probable que le increparan por diferencias políticas o por algún asunto del ayuntamiento, por ejemplo algún problema en la concesión de licencias. «Puede ser que fuera para hacerme daño a mí, o a Bildu, o al equipo de Gobierno», explicó.
Los testigos a los que supuestamente amenazó ofrecieron una versión muy distinta. Fue Ibaceta, al que no conocían de nada, quien poco después de la medianoche del 1 de julio de 2012, tras la victoria de España en la final de la Eurocopa, se les acercó por detrás gritándoles «iros de aquí, esto no es España», «voy a sacar la pistola y os voy a pegar dos tiros», «gora ETA militarra». El motivo era la bufanda de España que llevaba uno de ellos.
«Sí, sentí miedo y desasosiego», dijo uno de ellos a preguntas del fiscal, «te están diciendo que quieren acabar con tu vida y más en un contexto como el de Euskadi, donde ya sabemos qué ha pasado».
Según su relato, Ibaceta no se limitó a amenazar de palabra, hizo incluso el gesto de dispararles. «Me apuntó extendiendo el brazo y con la mano con una pistola. Dijo ‘pam’. Luego a mi compañera. ‘Pam’. Y luego al otro compañero. ‘Pam’». A este último, tocándole la frente con la mano, según explicó el mismo.
Los tres testigos declararon con el rostro oculto al público, pero ya no como testigos protegidos. El tribunal aceptó la petición del abogado Zigor Reizabal de retirarles esa condición. Lo que no aceptó el presidente, Alfonso Guevara, fue aplazar el juicio para la que la defensa indagara en los testigos y preparara el interrogatorio. Esa negativa provocó que el abogado se negara a preguntar a los supuestos amenazados.
En su informe final, el fiscal elevó tres meses su petición inicial de curso y defendió su encaje en un delito de amenazas condicionadas. La defensa, que concluirá hoy su informe, pidió la absolución y recordó que ya un magistrado de la Audiencia sostuvo en un voto particular que, en todo caso, los hechos constituían a lo sumo una falta.
EL MUNDO 28/05/2013