Jueces para Podemos

EL MUNDO – 08/04/16 – F. JIMÉNEZ LOSANTOS

· Hace pocas semanas, tras proclamarse vicepresidente de un gobierno sin presidente –para qué, mandando él–, Pablo Iglesias anunció su proyecto para la Justicia, que consistía en la sumisión –«coordinación», decía– de los policías, jueces y fiscales al ideario de Podemos. O sea, que la promoción de placas y togas seguiría en manos de los políticos, pero no de vulgares batracios de la charca de la Casta.

En el venturoso Tiempo del Cambio, la venda de la Justicia la alzarían las virtuosas manos del coletudo presentador del programa La Tuerka, pagado por Irán, del investigador black Errejón, del asesor militar bolivariano Verstrynge, del tesorero Monedero, de la jueza Rosell, famosa por sus líos aeroportuarios o, imagino, del Jemad de ZP, desertor somalí de la lucha contra la piratería que, asesorado por Rita y El Kichi, dirigiría los tribunales de justicia militar para perseguir los intolerables delitos de opinión contra Podemos y sus soviets.

Protestaron entonces un poquito las asociaciones de jueces y fiscales, y el Gran Timonel Morado concedió a la plebe togada –a la policía quiere directamente disolverla y formar otra dirigida por alfons y bódalos– unas migajas de autonomía. ¡Se contentan con tan poco! En vez de anunciar la disolución de los cuerpos represivos y la guillotina de la Justicia burguesa, Iglesias atribuyó al Ministerio de Justicia y lucha contra la Corrupción «la especialización y coordinación de aquellos agentes de la Administración implicados en su descubrimiento e investigación». Así, en general, para mandar más en particular.

Calmóse el estanque togado hasta ayer, cuando Podemos y algunos medios aparentemente satisfechos con su clamorosa impunidad, mostraron su enfado porque uno de los torrentes de Interior dijo algo a algún juez sobre los papeles de Panamá. Eran nombres de jefes podemitas que cobraron los millones de dólares que Chávez destinó a algo más urgente que satisfacer las necesidades básicas –comer– de los venezolanos: subvertir la democracia española. Medios que aplaudían que Amedo delatase a Vera, condenan que un policía –no Villarejo– dé a un juez datos que no ha pedido (mal) ni pedirá (peor) sobre el inmaculado Errejón.

O sea, que bien está ascender de la mano de los políticos como Jueces para la Democracia, ahora Jueces para Podemos, pero sin empujar.

EL MUNDO – 08/04/16 – F. JIMÉNEZ LOSANTOS