EL MUNDO – 07/04/16
· El líder de ERC destaca que su encuentro con Sánchez no fue institucional.
· La noticia de que Pedro Sánchez se reunió en secreto con el presidente de ERC, Oriol Junqueras, justo después de que el líder del PSOE se viera oficialmente con Carles Puigdemont en el Palau de la Generalitat revolucionó ayer la jornada en el Parlament.
Mientras en el Hemiciclo los partidos se hostigaban a cuenta de la moción independentista que han pactado Junts pel Sí y la CUP, un ejército de cámaras esperaba en los pasillos con un objetivo: que Junqueras explicara su encuentro con Sánchez.
El primer sorprendido por la noticia que adelantó 8tv fue el presidente de la Generalitat, que no conocía esa reunión. El 15 de marzo, Pedro Sánchez se vio primero con Puigdemont –la Generalitat trató de dar al encuentro máxima difusión, para dejar en evidencia que Mariano Rajoy aún no ha concertado ninguna cita similar– y luego se reunió con Junqueras en un hotel de Barcelona.
Fuentes del equipo del president admitían ayer su «sorpresa». Nada más conocerse la noticia, Puigdemont llamó a Junqueras, que le confirmó el encuentro y que justificó el secretismo en que se trataba de una reunión «política», no institucional, entre dos dirigentes «de partido». Desde el día de la cita con Sánchez, los dos principales líderes del independentismo catalán se han visto «muchas veces», pero el presidente de ERC mantuvo la discreción.
Junqueras es desde la investidura de Puigdemont vicepresidente de la Generalitat, además de conseller de Economía y Hacienda y líder de ERC. La ocultación de la reunión es significativa porque, si bien su relación con Artur Mas era mala, hasta ahora no había indicios de que esa desconfianza mutua que se profesaba con el anterior presidente catalán se diera también con el actual.
Pero el hecho de que Puigdemont desconociera el encuentro sugiere que la proverbial enemistad entre los principales partidos del nacionalismo catalán sigue intacta. Convergència y Esquerra pactaron in extremis concurrir juntos a las elecciones, pero desde que empezó la legislatura ya han surgido roces en varios asuntos, hasta el punto de que el grupo parlamentario de Junts pel Sí ha tenido que dar a sus miembros libertad de voto en los asuntos más polémicos.
Contra su talante normalmente afable, el vicepresidente de la Generalitat apenas dedicó ayer unos segundos a atender a los periodistas. Cuando finalmente lo hizo, subrayó su voluntad de mantener una comunicación fluida «con todo el mundo». Junqueras, que ya se reunió con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y con el de Economía, Luis de Guindos, insistió ayer sobre su encuentro con Sánchez: «Hablamos con todos en todos los formatos posibles, sólo faltaría. Lo hemos hecho, lo hacemos y lo haremos. Es nuestra obligación».
EL MUNDO – 07/04/16