EL PAÍS 12/07/17
· Los consejeros sondeados aceptaron suscribir actos encaminados hacia la consulta, pero sin comprometer su patrimonio
El presidente catalán, Carles Puigdemont, pretendía nombrar ya a su vicepresidente, Oriol Junqueras, como el comisionado que coordine las tareas para impulsar el referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre, pero su plan ha fracasado. Puigdemont citó este martes a Junqueras y este le puso condiciones inasumibles; entre ellas, que la responsabilidad futura sea compartida con los consejeros del PDeCAT o, en caso contrario, que estos sean destituidos. Los consejeros sondeados aceptaron suscribir actos encaminados hacia la consulta, pero sin comprometer su patrimonio, según fuentes del PDeCAT.
Pasan las semanas, se acerca la fecha señalada para el referéndum ilegal del 1 de octubre y la desconfianza entre los socios nacionalistas de Junts Pel Sí es total. La prueba evidente se ha vivido durante los dos últimos días en el seno del Gobierno de la Generalitat, que comparten los nacionalistas del PDeCAT y los republicanos de ERC. Este martes, antes de la cita semanal del Ejecutivo catalán, el presidente Puigdemont convocó a una cita discreta al vicepresidente Junqueras para perfilar la figura y las responsabilidades de un nuevo cargo: el comisionado o consejero especial para la celebración del referéndum.
La reunión entre Puigdemont y Junqueras no fructificó según los planes previstos por el presidente catalán y esa fue la razón por la que luego no se anunció aún la creación de ese nuevo órgano, según fuentes del Ejecutivo catalán que ratifican también desde el PDeCAT. Puigdemont no ha aceptado de entrada las exigencias de Junqueras, pero las mismas fuentes precisan que la propuesta podría volver a presentarse en unos días, con algunos retoques.
Oriol Junqueras, que ahora es vicepresidente y consejero de Economía, puso, para aceptar el cargo, unas condiciones imposibles para el presidente catalán, según las mismas fuentes. Junqueras, que también es presidente de ERC, demandó a Puigdemont, en primer lugar, “la colectivización de la responsabilidad”: que todos los consejeros del Gobierno de la Generalitat firmen las decisiones encaminadas a llevar a cabo la consulta separatista.
El dirigente republicano requirió también que se le transfieran a ese nuevo órgano todos los recursos materiales, económicos y humanos necesarios para desarrollar ese proyecto; tener la capacidad de organización total de ese comisionado; que los demás consejeros le ayuden a elaborar —a apenas dos meses hábiles de la fecha fijada del 1 de octubre— un plan para hacer viable el referéndum y, finalmente, que se destituya particularmente a Joan Vidal de Ciurana (secretario del Gobern catalán y persona en su día de confianza de Artur Mas) y a todos los consejeros de PDeCAT que no estén dispuestos a asumir su mando y la nueva situación.
Junqueras señaló ahí expresamente a Vidal de Ciurana, a Neus Munté, la portavoz del Ejecutivo catalán, y a la consejera de Educación, Meritxell Ruiz, todos del PDeCAT. Las discrepancias entre los socios del PDeCAT y ERC en Junts Pel Sí no son nuevas y se han sobrellevado con múltiples discrepancias desde el inicio de su colaboración.
El presidente del PDeCAT, Artur Mas, el presidente Puigdemont y la coordinadora general de ese partido, Marta Pascal, conocedores de esas disensiones internas, han sondeado en los últimos días a varios de sus consejeros en el Gobierno para conocer su disposición ante el nuevo escenario que se abre. En esas entrevistas han incluido al consejero de Interior, Jordi Jané, a la portavoz del Ejecutivo, Neus Munté, a la consejera de Educación, Meritxell Ruiz, y a la consejera de Gobernación y Relaciones Institucionales, Meritxell Borrás, contra la que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha admitido una querella por iniciar el concurso para la adquisición de las urnas.
Proteger el patrimonio
Esos consejeros no rechazaron firmar actos encaminados a facilitar el referéndum, excepto en los casos que conlleven gastos y que, en el futuro, pudieran suponerles la asunción de responsabilidades que tuvieran que afrontar con su propio patrimonio particular.
La consejera de Presidencia y portavoz, Neus Munté, declinó pronunciarse este martes sobre la remodelación del Gobierno catalán y la posible designación de un consejero que coordine los preparativos del referéndum. Munté ni confirmó ni desmintió esa opción pero recordó que la remodelación del Gobierno es una competencia exclusiva del presidente de la Generalitat, informa Pere Ríos.
La portavoz anunció, en ese sentido, que Puigdemont explicará este miércoles en el pleno del Parlament “los cambios en el Gobierno” ya ejecutados a raíz de la destitución, la semana pasada, del consejero de Empresa y Conocimiento, Jordi Baiget, por dudar de la celebración del referéndum. Será después de la sesión de control al Gobierno y en cumplimiento del artículo 23.3 del Estatuto de Autonomía, que establece que el presidente “ha de comparecer ante el Parlament para dar cuenta de la estructura y composición que adopta el Gobierno al constituirse y también de las modificaciones posteriores”.